Qué hay detrás del rechazo a la Constitución de Chile en la comuna emblema de la megasequía

La propuesta de una Constitución “ecológica” sufrió una dura derrota en Chile, incluso en las llamadas “zonas de sacrificio”

Por Susanna de Guio y Francisco Parra.– 

Los valles de la provincia de Petorca, en la zona central de Chile, están llenos de brotes verdes en estos días. Las flores amarillas crecen en cualquier lado y bordean la ruta que conecta las distintas localidades. Llovió en las últimas semanas y se asoma la primavera. “Pero esto dura poquito, ya en un mes aquí se vuelve todo color café”, cuenta Sandra, 50 años, jefa de hogar, quien vive en una de las últimas calles del pueblo. “Cuando vi los resultados del plebiscito sentí como que había perdido un ser querido, que no pudimos salvar”, explica. Todavía no entiende porqué en esta comuna -tal como en el resto del país- ganó el “Rechazo” a la nueva Constitución, el pasado 4 de septiembre.

Petorca es conocida como una de las “zonas de sacrificio” de Chile por la emergencia hídrica constante con la que conviven sus habitantes. La cuenca del río Petorca está sufriendo la peor sequía en 700 años, según un estudio publicado en 2020. Además de los aumentos de temperatura y bajas precipitaciones de los últimos años, esta localidad simboliza también el desigual manejo y administración de las aguas en el país: extensos cultivos de paltos y otros frutales, en gran parte destinados a la exportación, explotan el agua, mientras miles de personas dependen de camiones aljibes para lavar la ropa, las verduras, o bañarse.

La cuenca del río Petorca está sufriendo su peor sequía en 700 años (Imagen: Elena Basso / Diálogo Chino)

Los artículos de la propuesta constituyente consagraban el agua como bien común inapropiable, garantizaban el derecho humano al agua y velaban por su uso razonable. Parecían favorecer la aprobación del texto en esta comuna, pero un 56,1% de los votantes dijeron lo contrario.

Sandra conoce la zona y sus dinámicas, y como otros vecinos, nombra el miedo como una de las razones del resultado electoral. “Aquí hay muchos patrones de fundo, intervino el temor de perder el trabajo, de votar algo que pudiera jugarle en contra”. Se refiere a los terratenientes de esta provincia, un puñado de familias que concentran los derechos de agua utilizados en sus plantaciones, y que son los principales responsables de haber contribuido a la escasez hídrica que afecta la zona.

Olga es vendedora ambulante, se preocupa de levantarse todos los días a trabajar para poder pagar su arriendo y no se interesó mucho de la nueva Constitución. Tampoco le gusta el actual presidente Gabriel Boric, y por eso votó “Rechazo”. Pero hay algo que dice tener claro, y es que en Petorca se roban el agua. “Si caminas arriba por el cerro, vas a ver que hay túneles en el cauce del río, por allí se llevan el agua”, afirma.

Sergio votó “Apruebo”, pero no tuvo mucho tiempo para participar del debate constitucional, ya que trabaja todo el día en una de las mineras de la zona. Evidencia que hubo desinformación, pero no ignorancia: “Era importante informar, y desde la alcaldía no lo hicieron, había que convocar a la junta de vecinos, conversar con la gente del pueblo que vive más aislada, orientar, reunir la comunidad”.

El alcalde independiente de Petorca, Ignacio Villalobos, recibió muchas críticas después del plebiscito, cuando en redes sociales se viralizaron mensajes de menosprecio hacía la comuna por la contradicción que parece representar su voto con respecto a su realidad. “Yo siento que es injusto culpar a Petorca de esta debacle y he salido a defender a mi comuna”, afirma. También aclara que “hay sectores que quieren mantener sus privilegios, sin duda, porque si tengo una empresa que tiene 300 litros de agua por segundo inscritos para mi estancia, voy a defender a rajatabla lo que ya tengo adquirido, no lo voy a querer perder y no o voy a querer compartir con lo que está al lado, aunque no tenga agua”.

La señora Rosario vende ropa en la feria de la plaza de Armas de Cabildo y está convencida que “el pobre va a ser más pobre y el rico más rico, hagan la Constitución como la hagan”. Ella esperaba el resultado del plebiscito, ya que a su alrededor todos iban por el “no” a la nueva Constitución. “No es porque estuviera bien o mal escrita, la gente votó Rechazo por cómo está el país, yo estoy arrepentida de haber votado a este presidente”.

A medida que se acercaba el plebiscito de la Constitución, los mensajes escritos en las paredes de La Ligua, provincia de Petorca, comenzaron a mostrar las divisiones entre la aprobación y el rechazo (imagen: Elena Basso / Diálogo Chino)

Ella, como muchos otros habitantes consultados para este reportaje, nombra la vivienda, que habría terminado en manos del Estado, las pensiones que no iban a ser heredables, y la plurinacionalidad que habría dividido Chile, como sus razones para rechazar. Sin embargo estos temas no estaban incluidos en la propuesta constitucional, sino que fueron el foco de la campaña del “Rechazo”.

El “Rechazo” triunfó en las zonas de sacrificio

La comuna de Petorca fue una de las tantas “zonas de sacrificio” que lideraron las votaciones para cambiar la Constitución del 1980 en el plebiscito “de entrada” de 2020, con el 90% de las preferencias. Para las elecciones de los convencionales designados para redactar una nueva Carta Magna, escogieron a Carolina Vilches como su representante y en la gobernación regional de Valparaíso ganó Rodrigo Mundaca, uno de los más conocidos activistas del Movimiento de Defensa por el Acceso al Agua, la Tierra y la Protección del Medioambiente (Modatima). En las presidenciales de 2021, Gabriel Boric ganó en la comuna con el 72% de los votos.

En dos años, el “Apruebo” perdió 654 votos y el “Rechazo” ganó 4007 en Petorca. Como estaba estipulado desde que el Congreso abriera la puerta al proceso constituyente como solución política e institucional a la crisis política que vivía Chile, el plebiscito de “salida” sería con voto obligatorio. Fueron más de cinco millones los votos que registró la votación definitiva, en comparación con la de “entrada”. Todo apunta a que la gran mayoría de ellos, tanto en Petorca como en todo Chile, se inclinaron por el “Rechazo”.

“Uno de los problemas fue que el voto obligatorio fuese solo al final, o sea que un gran número de personas que estuvieron desconectadas todo el proceso se vieron obligados a votar una Constitución que no conocían o a la cual no se sentían relacionados políticamente. Entonces por las dudas, o por desinformación, prefirieron rechazar”, cuenta Carolina Vilches.

Plantaciones en la provincia de Petorca. Las comunidades acusan a los grandes terratenientes y a las explotaciones agrícolas de "robar" el agua de la región (Imagen: Elena Basso / Diálogo Chino)

Vilches es vocera de Modatima, donde participa desde hace más de 10 años. Una vez finalizada su labor en la Convención, se dedicó enteramente por dos meses a hacer campaña en toda la región, pero no fue suficiente.

Nos recibe en su casa cuando ya oscureció y una gran luna amarilla domina el cerro. Todavía está redactando las declaraciones que le pidieron de algunos periódicos: “Lo triste es que ahora que ganó el “Rechazo” se diga que no existe el problema del agua, esto es lo que están instalando, que la propiedad del agua no es un problema, y sí lo es”. Resulta inevitable verlo en el paisaje de Petorca, donde el verde intenso de los cultivos de palta diseña con líneas geométricas el cerro terroso, punteado de arbustos.

Sara Larraín, directora de la ONG Chile Sustentable, coincide en el análisis. “Participó un contingente que no venía participando en política, que tradicionalmente no participa ni le interesa la participación política. Es un sector mucho más sensible a la campaña de mensajes de medios de comunicación y que tampoco tenía mucha posibilidad de conocer el contenido”, asegura.

Según un análisis de la Plataforma Telar, la desinformación acompañó al proceso constituyente desde el comienzo, aunque el volumen de información falsa, sobretodo en redes sociales, aumentó considerablemente en el tramo final de la campaña.

En ese contexto, creció la desafección al trabajo de los constituyentes. Así lo muestran algunas metodologías de paneles cualitativos realizados durante el último año, especialmente en términos de inclusión y diálogo, y en su capacidad de responder a las demandas del estallido social de 2019.

“Cuando Petorca rechaza, teniendo la solución del agua dentro de la Constitución o las comunas con mayor población indígenas rechazan, no obstante estar la recuperación de tierras para los pueblos indígenas, revela que hay una falta de información, debido a una campaña de desinformación”, afirma Sara Larraín.

Tal como Petorca, en Quintero, Puchuncaví, Coronel y Tocopilla, los lugares que concentran la conflictividad socio-ambiental en Chile, el “Rechazo” ganó por amplia mayoría. El mundo ambiental, en Chile y el extranjero, apoyó la Constitución “ecológica” que rechazaron los territorios.

Un gran número de personas que estuvieron desconectadas todo el proceso se vieron obligadas a votar una Constitución que no conocían o a la cual no se sentían relacionadas políticamente

Rayado en pared de Petorca, Chile. Imagen: Elena Basso / Diálogo Chino

“Son territorios que instalaron convencionales, tenían una orgánica funcionando y asociaron la problemática ambiental a la Convención. El tema es que el proceso constitucional abordó muchas otras temáticas más allá de lo ambiental también, y ahí eso quizás fue tocando otra fibra y otras sensibilidades que empiezan a explicar el resultado”, asegura Felipe Irarrázaval, investigador del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES).

Fueron otros los temas que pesaron en la campaña, dice Irarrázaval, como la vivienda (y el miedo que se generó) y el sistema político. “La lección que tiene que sacar el mundo ambientalista, es que tienen que tener una agenda para estos grupos que eventualmente van a votar en un posible nuevo plebiscito de salida. Agendas políticas amplias y mayor sensibilidad”.

Los próximos pasos

Rechazado el texto de la Convención Constitucional, sigue vigente la Constitución de 1980, herencia de la dictadura de Augusto Pinochet que consagra el agua como un bien transable en el mercado. El gobierno de Gabriel Boric está impulsando que se abra un nuevo proceso, con una nueva Convención y otro plebiscito de salida. La decisión, sin embargo, descansa en las manos del Congreso.

Un mensaje en un muro de Petorca acusa a Verónica Vilches, dirigenta del comité de Agua Potable Rural de San José de Cabildo que ha denunciado a las grandes agrícolas, de "robar agua" (Imagen: Elena Basso / Diálogo Chino)

Es ese el aviso de Veronica Vilches, dirigenta del comité de Agua Potable Rural de San José de Cabildo, defensora del agua  que ha denunciado robo de agua por parte de las grandes agrícolas, en colusión con políticos locales y nacionales. 

“Me han amedrentado, me han quemado el auto, ha llegado a mi casa la PDI a decir que yo robaba agua para mi comunidad y tuvo que intervenir Amnistía Internacional, pero acá no hay que asustarse,” explica. Hace pocos meses recibió por tercera vez amenazas de muerte: “Tenemos que seguir ese camino, para que la provincia de Petorca un día tenga agua con las tres C: calidad, cantidad y continuidad”.

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