Los aportes de la comunidad científica son invaluables para entender la crisis climática y cómo podemos abordarla como sociedad. Sin embargo, los documentos que estos generan pueden ser complejos de entender y de difícil acceso para muchos.
Por lo mismo, es esencial que los periodistas enfocados en ciencia y medio ambiente conozcan qué son y cómo se interpretan los famosos papers. No solo para encontrar ángulos novedosos e historias que aún no son contadas, sino también para llevar información de interés, fidedigna y digerible a sus audiencias.
Desde Climate Tracker creemos que este es uno de los desafíos a los que cientos de periodistas encuentran en su día a día al contar historias climáticas y científicas. Con eso en cuenta, el pasado 16 de diciembre decidimos organizar nuestro segundo encuentro del año con la comunidad latinoamericana; reunir a destacados periodistas en la región y debatir de una vez por todas sobre las mejores prácticas al momento de transformar documentos especializados en historias relevantes y accesibles para el público
En esta oportunidad, nos acompañaron como invitados especiales tres reconocidas periodistas de la región: Paula Díaz Levi, periodista científica independiente; Itzel Gómez, investigadora principal en Climate Tracker Latinoamérica y Alexa Vélez, editora general de Mongabay LATAM.
El encuentro completo puedes revivirlo en el siguiente video:
La materia prima
Durante el evento, Itzel Gómez inició la discusión con definiciones sobre qué es un paper, cómo se elabora y algunas consideraciones para encontrar materia periodística en ellos.
“No es un artículo de opinión, reseña, entrevista, réplica, artículo periodístico, o texto sin más. (…) Según la UNESCO, su propósito es comunicar los resultados de investigaciones, ideas y debates de una manera clara, concisa y fidedigna”, indicó.
En ese sentido, los papers son un espacio en donde los científicos exponen argumentos para defender el nuevo conocimiento que encontraron. Revelan cómo lo hicieron y las limitaciones que tuvieron. Entre sus principales características se podría señalar:
- Deben ser originales (informar sobre nuevos conocimientos en un campo científico determinado)
- Los resultados deben ser válidos, fidedignos y reproducibles
- Utilizan un lenguaje claro (formal) y relativo al área de conocimiento
- Se publican en una revista científica arbitrada y tienen un sistema de revisión externa por expertos (peer-review)
- Tienen una estructura específica en el contenido y referencias
Sin embargo, más allá de intentar “traducir” los papers, Itzel Gómez indicó que lo más importante al tratar con ellos es comprender su estructura, objetivos y contenidos. “Para los periodistas científicos y ambientales, los papers son la materia prima de nuestra investigación”, señaló.
A la pregunta sobre si es posible “leer” la estructura argumentativa científica de manera fácil, Itzel aportó una herramienta desarrollada por el Laboratorio de Periodismo de Ciencia (LabPdC) en México, llamada perfil de ciencia.
Comunicar la ciencia
Luego de la intervención de Itzel Gómez, Paula Díaz Levi fue la encargada de compartir desde su experiencia cuáles son las mejores prácticas para comunicar la ciencia. En ese sentido, desde Chile, indicó que una gran herramienta es “contar historias”.
“Muchos dicen que los periodistas deberían limitarse a entregar información y datos duros. Sin embargo, nosotros estamos comunicando a seres humanos y obviamente las emociones son un componente esencial. Por eso existe un creciente interés por el storytelling para llegar de otras maneras a los distintos públicos, que son muy complejos”, señaló.
Enfatizó en que apelar a las emociones al comunicar la ciencia tiene distintas ventajas. Entre ellas, algunos estudios señalan que pueden aumentar la confiabilidad de los científicos y las investigaciones, al igual que derivar en un mayor apoyo al rubro.
“Pero hay que ser mesurados. En ocasiones se ha visto que el lenguaje emocional puede dañar la credibilidad de los científicos, aunque cuando la ciencia no da espacio a las emociones se aprecia como culturalmente distante o incluso contradictoria con la vida cotidiana del público”, señaló.
Más adelante, Díaz Levi ahondó en cuatro tipos de prototipos de historias relacionadas con la ciencia y recomendaciones para poder definir el foco con éxito. Entre ellos, familiarizarse con el tema, tomar en cuenta el medio de publicación, estructura y mensaje principal.
“Lo más importante es encontrar tu propia voz. No hay una receta mágica para contar historias. Tampoco se trata de imitar la fórmula de otro periodista, sino que cada uno debe aprender a desarrollar su estilo. La invitación es a que inspiren, ocupen la evidencia, sean rigurosos,le pongan corazón… y así puedan seducir a los editores”, indicó.
¿Hablar con un editor?
Tras las intervenciones de Gómez y Díaz Levi, desde su experiencia en Mongabay Latam como editora general, Alexa Vélez compartió con los invitados sus recomendaciones para lograr que las historias científicas y ambientales lleguen a las salas de redacción.
“Hay unos puntos básicos, pero que a veces se olvidan. Entre ellos: conocer el medio y revisar si el paper ya se publicó; indagar sobre la fiabilidad de la publicación; averiguar sobre la trayectoria del científico y buscar comprender realmente el documento con el cual se trabaja”, indicó.
En ese sentido, Vélez indicó que la “pre reportería” es clave para crear un pitch sólido e interesante y compartió sus puntos clave respecto a la estructura de una buena propuesta:
- Un párrafo de antecedentes y explicación del tema (importante)
- 2-3 párrafos con el hallazgo principal del paper (lo nuevo), justificación de por qué es importante contar la historia y los datos más interesantes de la pre-investigación
- Mencionar por los menos a tres de los posibles entrevistados, quiénes son y si ya fueron contactados
- Razones para viajar a la zona (de ser necesario)
- Fecha tentativa de entrega
Para finalizar, concluyó con la importancia de ser constante y no “abandonar la historia”, al momento de trabajar con papers y temas científicos o medioambientales.
“Uno puede seguir una especie continuamente y cuando tenga hallazgos interesantes pues volver. (…) A veces existe la historia grande, pero puedes proponer otras de seguimiento, cuando hay algo nuevo y relevante”, indicó.
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