¿Logrará la COP16 un acuerdo para la plena participación de pueblos indígenas y comunidades en las decisiones sobre biodiversidad?

La aplicación del artículo 8(j) del Convenio sobre Diversidad Biológica, que busca garantizar la plena participación de los pueblos indígenas y comunidades locales, es uno de los temas en la agenda de negociaciones de este año. El grupo avanzó en la decisión preliminar para el nuevo programa de trabajo, con grandes expectativas de que se cree un órgano subsidiario, pero todavía no es seguro. Hay también controversias acerca de la propuesta para incluir una mención a la población afrodescendiente.

La décima sexta Conferencia de las Partes de la Convención sobre la Diversidad Biológica (COP16) reúne desde el 21 de octubre en Cali, Colombia, a las delegaciones y ministros de más de 190 países, que hasta el próximo 1 de noviembre, tendrán entre sus funciones la enorme responsabilidad de rendir cuentas sobre la implementación del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, así como definir mecanismos de financiamiento, garantizar el uso equitativo de los recursos y la plena participación de los pueblos indígenas y comunidades locales.

La aplicación del artículo 8(j) y disposiciones conexas, que busca garantizar la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas y comunidades locales, en la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica, es uno de los temas de la agenda oficial que ha sido discutido, con algunas divergencias entre los países hasta ahora. En esta COP se busca la adopción de un Programa de Trabajo y la posible creación de un órgano subsidiario para ampliar acciones alrededor de este artículo.

El grupo avanzó en la decisión preliminar para el nuevo programa de trabajo, con grandes expectativas de que se cree un órgano subsidiario, pero todavía no es seguro. Algunos delegados se oponen, destacando que crear un órgano subsidiario podría aislar las cuestiones de los IPLC (Pueblos Indígenas y Comunidades Locales, por la sigla en inglés). El sábado se reforzó la necesidad de garantizar que el trabajo futuro del Artículo 8(j) no esté aislado, sino incorporado en toda la Convención. 

Los delegados acordaron solicitar a las partes que movilicen recursos financieros y no financieros para mejorar las acciones colectivas de los pueblos indígenas y las comunidades locales, con el fin de implementar las estrategias y planes de acción nacionales en materia de diversidad biológica. Las discusiones siguen en este sentido, pero presentan lentitud, especialmente a causa de la controversia sobre la mención a las comunidades afrodescendientes en los objetivos de la CDB.

La ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia y presidenta de la COP16, Susana Muhamad. Foto: UN Biodiversity

Además, Colombia y Brasil presentaron conjuntamente una propuesta para incluir una mención explícita a las poblaciones afrodescendientes en el artículo 8(j). Aunque en las primeras discusiones países africanos como la República Democrática del Congo expresaron no estar a favor, las negociaciones han avanzado.

En la reunión del jueves 24 de los grupos de contacto, algunos delegados opinaron que el término “comunidades locales” ya incluye a los afrodescendientes. Al respecto, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia y presidenta de la COP16, Susana Muhamad, dijo que “la propuesta entró a texto, aunque todavía está en corchetes”. El viernes, durante un balance de la primera semana, Muhamad declaró que las negociaciones en la COP16 avanzan “de forma positiva” y, sobre el artículo 8(j), expresó su confianza en que se logrará “una decisión contundente”.

Para Dixon Morales, director de Cooperación Multilateral de la Secretaría de Relaciones Exteriores y delegado de Honduras, incluir a las poblaciones afrodescendientes en el artículo 8(j) sería un logro muy importante y abriría las puertas a múltiples oportunidades. Comentó que las comunidades de afrodescendientes en Honduras enfrentan muchos retos, pero aún así, contribuyen a la conservación de la biodiversidad, como los programas comunales de reforestación de manglares.

En medio de las discusiones, organizaciones indígenas de nueve países amazónicos lanzaron una alianza a la que llamaron G9. El objetivo es fortalecer a los grupos indígenas en la Amazonía, enfocándose en las demandas comunes y presionando a los gobiernos por soluciones. 

Compromisos de las partes

El Programa de Trabajo al 2030 establece que las partes deberán promover los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales que carecen de acceso formal a la tierra, así como asociarse con ellos en la protección, conservación y restauración de la biodiversidad.

También deben promover, según proceda, “la tenencia de la tierra de los pueblos indígenas y las comunidades locales para la conservación y utilización sostenible de la diversidad biológica, de conformidad con la legislación nacional”.

Jóvenes de la Coordinación de las Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (COIAB) portan un poderoso mensaje en sus camisas en la COP16, "proteger a los pueblos indígenas y sus tierras, es proteger la biodiversidad". Créditos: Equipo de la Convención sobre Diversidad Biológica.

Otro aspecto importante es que, de acuerdo con el programa, las partes deberán “apoyar los medios de vida de los pueblos indígenas y las comunidades locales a través de actividades que promuevan la utilización consuetudinaria sostenible de la diversidad biológica” e incluirlos en la elaboración, revisión y aplicación de las Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad (NBSAP, por sus siglas en inglés) y los informes nacionales.

Él líder indígena Toya Manchineri, coordinador general de las Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (COIAB), ha alzado la voz para recordar a las partes que “no se puede hablar de proteger la biodiversidad sin reconocer y proteger los territorios indígenas”. 

“Somos nosotros, los protectores de la tierra, quienes hemos preservado durante siglos el 80% de la biodiversidad del planeta. Nuestra visión del mundo y nuestros proyectos de vida son la única forma de garantizar que las generaciones futuras tengan un planeta vivo. Proteger a los pueblos indígenas significa proteger la biodiversidad”, expresó. 

En tanto, la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) señala en un pronunciamiento oficial que, en esta COP16, no buscan ser “meros observadores de las decisiones internacionales, sino influir activamente en los mecanismos de gobernanza globales, asegurando su participación en igualdad de condiciones, no como beneficiarios pasivos, sino como socios estratégicos en la implementación de las políticas derivadas del Convenio sobre la Diversidad Biológica.

“Esto no solo implica participar en la discusión sobre políticas de conservación, sino que garantiza que seamos nosotros quienes lideremos los procesos en nuestros propios territorios, basados en nuestras formas de gobernanza y visión del mundo”, dice el texto. 

En su agenda estratégica, COICA también sugiere la creación del órgano subsidiario para la implementación del artículo 8(j), que es “especialmente relevante” para los pueblos indígenas, ya que su correcta implementación les permitirá jugar un rol directo y pleno en la protección de la biodiversidad. 

El documento establece que el órgano subsidiario no sustituirá las funciones de Asesoramiento Científico, Técnico y Tecnológico, sino que la labor de ambos debe ser complementaria. También establece que dos copresidentes serán elegidos por la COP, uno nominado por las partes del grupo regional que ejerza turno, y otro nominado por representantes de los pueblos indígenas y las comunidades locales. Los copresidentes asumirán sus funciones al final de la COP y fungirán durante dos años, hasta que se elija a sus nuevas autoridades en la siguiente conferencia. 

Científicos esperan cumplimiento de avances

Para el biólogo mexicano y profesor de la Universidad de Stanford, Rodolfo Dirzo, la realidad es que las experiencias que han dejado las COP anteriores es que, si bien ha habido compromisos y resoluciones sobre adopción e implementación, estos no siempre se han cumplido.

Sin embargo, Dirzo guarda la esperanza de que, en la COP16, las partes puedan sacar a colación el hecho de que “si queremos conservar la biodiversidad, el sur global tiene que estar al frente de la agenda”, ya que en esta región se concentra la diversidad biológica que aún nos queda.

Inauguración de la Moloca Amazónica en la zona verde de la COP16. Créditos: Equipo de la Convención sobre Diversidad Biológica.

Destacó que una gran proporción de esa biodiversidad que aún tenemos en el planeta está en terrenos indígenas. “Mi expectativa y mi sueño, es que esta COP voltee la mirada al fenómeno de la gran concentración que aún nos queda en los países del sur global, y segundo, que una gran proporción está en terrenos indígenas, eso demanda una visión de apoyo, compromiso y dignificar a las personas que están manteniendo este patrimonio planetario”, dijo.

A manera de ejemplo, indicó que, en México, no menos del 45% de la biodiversidad y de los servicios que ésta provee se encuentran en terrenos indígenas. “Esas poblaciones por su interacción milenaria con esa biodiversidad han llegado a un nivel de comprensión de cosmovisión y de concebir a la biodiversidad en una cosa que podríamos llamar biodiversidad cultural”, expresó el científico. 

Este término hace alusión a la sinergia que los pueblos indígenas han logrado establecer entre la diversidad biológica y la diversidad cultural, debido a “la forma de entender y apreciar la biodiversidad, y en ese colorido han sabido generar el conocimiento ecológico tradicional, qué ha llevado a que estas personas a generar, a través de procesos de domesticación, una gran cantidad de recursos que ahora disfrutamos”.

“Me siento esperanzado, existe el potencial de que esas metas que se están planteando se puedan lograr, pero se requiere mucha voluntad política, que los tomadores de decisiones pudieran escuchar las angustias y aspiraciones de estas comunidades. Si queremos invertir en conservación de la biodiversidad, debemos invertir en el bienestar de esas comunidades, que se les pague por mantener la biodiversidad y sus tradiciones, que reciban un subsidio decente y no erráticamente como muchos países que dicen tener un sistema perfecto de pago por servicio ambiental”, agregó Dirzo.

Pueblos indígenas buscan igualdad de condiciones

Para Albertina Manueles, líder indígena del pueblo Lenca en el municipio de San Francisco de Opalaca, Honduras, la aprobación tanto del programa de trabajo como la creación del órgano subsidiario para la implementación del artículo 8(j), representaría un hito histórico, que contribuiría a que los pueblos indígenas de Honduras sean realmente escuchados e incluidos en las Estrategias y Planes Nacionales para la conservación de la diversidad biológica.

Albertina Manueles durante un encuentro de pueblos indígenas en Colombia.

La lideresa Lenca destaca que, aunque en el pasado han recibido apoyo del Instituto de Conservación Forestal (ICF) para controlar incendios y algunos proyectos de reforestación, no se han sentido realmente incluidos en la toma de decisiones o planes de conservación nacionales, y en muchas ocasiones incluso ha habido personas que suplantan a líderes indígenas para firmar proyectos o convenios.

También subraya que en Honduras, así como en otros países de Centroamérica, existe mucho desconocimiento de temas como el Convenio sobre la Diversidad Biológica y se carece de recursos para ejecutar acciones que contribuyan a la protección y conservación de la biodiversidad en sus territorios. 

“La gente no tiene la suficiente información, hace poco fuimos a un encuentro de pueblos indígenas en Colombia y tampoco llegaron a mencionar la COP16, pero sería bueno que consultaran con nosotros antes de firmar cualquier convenio que nos afecte y que haya una representación de pueblos”, expresó.

Destacó que la aprobación de ambos puntos relacionados al artículo 8(j) abriría la puerta para que las voces de los pueblos indígenas de Honduras sean realmente escuchados e incluidos en la toma de decisiones, así como que se le respete su derecho a la tenencia de la tierra, se garantice la protección de sus derechos humanos y se asignen fondos que no solo faciliten su labor como protectores del ambiente, sino que dignifiquen sus medios de vida.

“Muchos de nuestros pueblos desconocen esta información, no somos consultados, ni somos incluidos en las delegaciones. Espero que las autoridades que participarán en esta COP16 sean conscientes del papel importante que jugamos las comunidades indígenas en la biodiversidad y aprueben acuerdos que nos beneficien”, agregó.

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