Franz Tattenbach, ministro de Ambiente y Energía de Costa Rica, encabezó el equipo negociador de su país que participó en la COP16 del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD). Entre sus objetivos estuvo impulsar el nuevo órgano subsidiario en el artículo 8(j), que finalmente se logró acordar; negociar un proyecto de restauración biocéntrica con la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO); discutir temas de conservación marina; y promover la creación de un fondo multilateral que permitiera la distribución justa y equitativa de los beneficios obtenidos por el uso de información genética, que también se logró a través del llamado “Fondo de Cali”.
Pero la presencia del ministro en la COP coincidió con un debate en que organizaciones ecologistas del país centroamericano han pedido su renuncia, alegando una gestión deficiente y afectaciones a las políticas ambientales. En concreto, sus detractores aseguran que el ministro ha incumplido el artículo 50 de la Constitución Política, el cual establece que toda persona tiene derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.
“La administración Chaves Robles ha sido una administración enemiga de las organizaciones sociales, ecologistas y ambientalistas, y se ha dedicado a atacarlas, a usar la amenaza y el perjurio para intentar amedrentar a las personas que denuncian distintas situaciones ambientales”, señaló Henry Picado, vocero de la Federación Ecologista Costarricense (FECON), una de las 26 organizaciones denunciantes.
Por su parte, Adrián Martínez, director de la ONG La Ruta del Clima, una de las más experimentadas en dar seguimiento a temas climáticos y ambientales, criticó la voluntad del gobierno por explotar hidrocarburos.
“Nos gustaría que los esfuerzos de protección a la biodiversidad se mantengan, pero también ver dónde está la ciencia y la técnica para las acciones y decisiones políticas que está tomando el gobierno”, manifestó.
En agosto del 2023, el gobierno de Costa Rica, bajo la administración de Rodrigo Chaves Robles, solicitó ayuda al gobierno de Noruega, un país de tradición petrolera, para calcular el valor de los posibles hidrocarburos en el subsuelo costarricense con la posibilidad de explotarlos en el futuro.
En el marco de la visita de Tattenbach a Cali, Colombia, para participar de la COP16, este medio conversó con él para conocer los objetivos del país en esta cumbre, así como sus planes para seguir combatiendo la pérdida de biodiversidad.
- Respecto a la COP16, ¿cuál es su balance general sobre los logros alcanzados en esta conferencia? ¿Y cómo se espera que los acuerdos adoptados impacten las estrategias nacionales para la conservación de la biodiversidad?
A pesar de las dificultades y las frustraciones habituales en la búsqueda de consensos, la COP16 logró un avance significativo: la creación de un fondo específico para la información de secuencias genéticas. Este fondo es crucial para financiar la implementación del acuerdo de Kunming Montreal, que busca proteger el 30% del planeta, incluyendo áreas marinas fuera de jurisdicciones nacionales. Se ha establecido un mecanismo para que compañías agroquímicas y farmacéuticas, que utilizan material genético a través de tecnología avanzada, contribuyan económicamente, reconociendo el valor de la biodiversidad conservada en países como Costa Rica.
Sin embargo, no se logró un acuerdo firme de los países desarrollados para financiar la conservación directa de la biodiversidad. El Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) aún no ha recibido el respaldo esperado, aunque Costa Rica apoya la gestión del GEF. Para contrarrestar esta falta de apoyo, se están impulsando soluciones innovadoras, permitiendo la recepción de recursos de la filantropía internacional y del sector privado. Esto abre la posibilidad de establecer alianzas estratégicas prometedoras que podrían fortalecer los esfuerzos de conservación global.
- Costa Rica destacó la necesidad de financiamiento como punto clave en la COP16. ¿Qué avances o acuerdos financieros logró el país en esta conferencia?
Estuve reunido con Carlos Manuel Rodríguez, director ejecutivo del Global Environmental Facility (GEF), que es uno de los fondos de financiamiento en el foco de la discusión. Se ha planteado si se va a prolongar la administración de los fondos que manejan, las contribuciones voluntarias, las contribuciones de los países desarrollados, si se creará otro fondo paralelo al GEF y elementos sobre la posible fuente de financiación.
- Hasta ahora, sólo 44 de los 196 países parte han entregado su Estrategia Nacional de Biodiversidad y Plan de Acción en la COP16, incluyendo sólo seis de América Latina y el Caribe. Sin embargo, Costa Rica no figura entre ellos. ¿Cuál es la razón detrás de esta ausencia? ¿Se encuentra en desarrollo dicho plan y cuándo podría presentarse?
Costa Rica está trabajando en su Estrategia Nacional de Biodiversidad. No fue de los primeros países en presentarla, pero la tendremos terminada para el 2025. Fuimos muy ambiciosos con respecto a cómo la queremos hacer porque tenemos muy buenas instituciones, como el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC). Entonces, con muchas Áreas Naturales Protegidas, hay muchas ambiciones. Yo conozco la Estrategia, sin embargo, esta no está adaptada al formato que pide la Convención sobre Diversidad Biológica, está siendo evaluada por el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (MIDEPLAN).
- Costa Rica se ha comprometido con la Meta 3 del Marco Global de Biodiversidad para aumentar las áreas protegidas terrestres y marinas en al menos un 30% a 2030. ¿Cuáles son los principales desafíos para cumplir con esta meta? ¿Qué medidas concretas se están implementando o planificando para proteger y expandir estas áreas en Costa Rica?
Costa Rica alcanzó, en teoría, la meta 30×30 en conservación marina hace dos años, pero la administración Chaves Robles implementó los planes de manejo necesarios, como el de la Isla del Coco, financiado con 7 millones de dólares del Fondo Azul y presupuesto nacional. También se trabaja en el plan del Área Marina de Manejo del Bicentenario, aceptado por los pescadores y que se espera finalizar en diciembre, mejorando la vigilancia con tecnología como radares y Global Fishing Watch.
En conservación terrestre, aunque se protege el 60% de los bosques, las Áreas Naturales Protegidas cubren solo el 26%. Se busca llegar al 30% evitando la doble contabilidad y ampliando la inclusión de territorios indígenas y socios privados en programas como el Pago por Servicios Ambientales (PSA) y Otras Medidas Efectivas de Conservación Basadas en Áreas (OMEC), con el objetivo de cumplir la meta antes de la próxima COP.
Eso es paz con la naturaleza. Hacer la paz con la naturaleza es negociar con sus usuarios y promover la conservación sostenible.
- Costa Rica alberga alrededor del 6% de la biodiversidad mundial, pero enfrenta la amenaza de extinción de cerca de 500 especies, según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). ¿Cuáles son los principales desafíos pendientes para detener esta pérdida de biodiversidad?
El hecho de que estas especies estén en la Lista Roja refleja que son especies que aún mantenemos, pero que están bajo seria amenaza. Un desafío clave es el monitoreo: necesitamos saber si las especies están saliendo o entrando en peligro. Hay datos prometedores sobre la conservación de algunos felinos en las Áreas Silvestres Protegidas del sur, pero aún falta un entendimiento profundo de cómo el cambio climático impacta estos ecosistemas. La relación entre cambio climático y adaptación de especies sigue siendo una gran incógnita, y eso es algo que debemos estudiar con urgencia.
- Dado que la biodiversidad marina, costera e insular han sido temas destacados en la COP16, ¿cuáles considera que son los principales desafíos para Costa Rica en estas áreas? ¿Cómo se han abordado estos desafíos durante la conferencia?
El Ministerio de Ambiente y Energía ha enfrentado desafíos significativos, como la disputa legal con el sector palangrero por la delimitación del Parque Nacional Isla del Coco. El problema surgía porque los pescadores no conocían los límites marítimos ni el sistema de navegación en millas. A través de capacitaciones y acceso a información, se logró que comprendieran y respetaran los límites, eliminando incursiones en el parque.
Además, el uso de tecnología ha sido clave. La instalación de radares alrededor de la isla ha disuadido embarcaciones ilegales dedicadas a la pesca y al narcotráfico. Sin embargo, el país enfrenta limitaciones en recursos, como la falta de embarcaciones suficientes para la vigilancia, y está negociando acuerdos con Estados Unidos para reforzar estos esfuerzos.
- Costa Rica y Francia presidirán la Tercera Conferencia Mundial de los Océanos. A partir de su experiencia en la COP16, ¿qué objetivos se plantea el país para este evento? ¿Qué papel espera que juegue Costa Rica en la protección de los ecosistemas marinos globales?
Costa Rica, junto con Francia, está liderando una importante iniciativa de conservación de océanos y ya organizó una reunión preparatoria exitosa en junio. La administración se siente orgullosa de los logros en este ámbito y destaca que el país ha ganado autoridad moral en temas de conservación marina.
Costa Rica aborda dos prioridades: impulsar el Tratado de Alta Mar (BBNJ) para evitar la minería submarina y consolidar el Corredor Marino del Pacífico Este Tropical (CMAR) como la primera área protegida BBNJ fuera de aguas territoriales. En la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano (UNOC), Costa Rica espera avanzar en estos objetivos, promoviendo la Declaratoria de Paz con el Océano y compartiendo mejores prácticas para la conservación marina.
- En el marco de la COP16 se ha subrayado la importancia de involucrar a las comunidades locales y pueblos indígenas en los esfuerzos de conservación. ¿Qué acciones está tomando Costa Rica para fortalecer el rol de estas comunidades en la protección de la biodiversidad?
Costa Rica ha sido pionera en la inclusión de comunidades indígenas en estrategias ambientales, iniciando hace 30 años con los Programas de Pago por Servicios Ambientales (PSA), que han demostrado ser exitosos. Actualmente, más del 50% de los territorios indígenas participan en iniciativas de finanzas climáticas, apoyadas por procesos de consulta y asambleas comunitarias. A diferencia de otros países, Costa Rica ha construido una relación de confianza, asegurando que el financiamiento llegue directamente a los territorios indígenas, sin quedarse en intermediarios como ONG o agencias implementadoras.
- Costa Rica anunció la creación del Fondo Multinacional del Chocó en colaboración con Colombia. ¿Qué impresiones le gustaría compartir sobre esta iniciativa?
Costa Rica celebra co-liderar una iniciativa importante para Colombia y Ecuador, enfocada en apoyar a poblaciones que viven en la naturaleza, a pesar de no formar parte del Chocó. Destaco el éxito costarricense en conservación forestal, aumentando la cobertura de bosques del 25% al 60% gracias a programas como el PSA, que valorizan la protección del bosque. Además, Costa Rica ve este Fondo Multinacional como un puente que fortalece la colaboración con Colombia, Ecuador y Panamá, consolidando más de 20 años de trabajo conjunto en el Corredor Marino de Conservación del Pacífico Este Tropical (CMAR).
- En el contexto de los aprendizajes de esta COP, ¿qué pasos seguirá Costa Rica para avanzar en la conservación de sus recursos biológicos? ¿Qué estrategias se plantean para alinear la protección ambiental con una economía más sostenible?
Costa Rica se enfoca en las secuencias de información genética (DSI) y ha fortalecido su marco legal. Con una sólida Ley de Biodiversidad y la reciente ratificación del Protocolo de Nagoya, el país ha alineado su legislación internacional con la local. Este avance permitió renovar el Programa de PSA, ahora incluyendo biodiversidad. Así, los propietarios de bosques pueden participar en bioprospección, comercialización de materiales genéticos y acceder a fondos internacionales. Más de 80,000 hectáreas ya están inscritas en el nuevo PSA Biodiversidad Plus.
- Cumbres como la COP16 representan una oportunidad crucial para avanzar en la conservación de la biodiversidad global. ¿Cuál sería su mensaje al resto del mundo sobre la importancia de la cooperación internacional en la protección de la biodiversidad?
Para que la cooperación internacional sea efectiva, es fundamental que se base en criterios de eficiencia. Además, debe haber un diálogo más honesto sobre el desequilibrio entre los beneficios que la biodiversidad ofrece al planeta y las contribuciones que la cooperación internacional realiza para su conservación.