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Organizaciones de salud exigen tratado para evitar proliferación de combustibles fósiles

Más de 1000 profesionales y 200 organizaciones de la salud alrededor del mundo han hecho un llamado a los gobiernos para poner fin a la dependencia global de este tipo de combustibles, con el objetivo de proteger a las actuales y futuras generaciones.

La Organización Mundial de la Salud, la Asociación Internacional de Pediatría, la Asociación Médica Mundial, la Alianza de Enfermeras por Ambientes Saludables y la Federación Mundial de Asociaciones de Salud Pública son algunas de las organizaciones firmantes de una carta en la que se exige a los gobiernos que establezcan un plan mundial jurídicamente vinculante para eliminar el uso de combustibles fósiles. 

“La adicción actual a los combustibles fósiles no es solo un acto de vandalismo medioambiental. Desde el punto de vista de la salud, es un acto de autosabotaje”, declaró el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.

Combustibles fósiles
Foto: Džoko Stach / Pixabay

El tratado

Al igual que el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles propuesto sería un acuerdo internacional basado en pruebas para controlar una categoría de sustancias reconocidamente nocivas para la salud del ser humano: el carbón, el petróleo y el gas

Los riesgos para la salud asociados a la quema de estos combustibles fósiles son numerosos y presentan graves amenazas para la salud humana y planetaria. Diversos sectores han exigido un tratado de este tipo, incluidas ciudades y organizaciones religiosas de todo el mundo.

 La carta es una iniciativa de la Alianza Global para el Clima y la Salud y Médicos por la Responsabilidad Social, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud, el Grupo de Trabajo OMS-Sociedad Civil sobre Clima y Salud y, Salud sin Daño. 

Personal de salud. Foto: Pexels

Por qué es crucial el tratado

“Es esencial lograr un rápido avance hacia las emisiones netas cero para proteger la salud ante el creciente impacto del cambio climático. El Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles tiene un gran potencial para acelerar el ritmo y la escala de la acción climática en favor de la salud”, afirmó Sir Andy Haines, profesor de Cambio Ambiental y Salud Pública de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

“Sabemos que es necesario reducir las emisiones para limitar el calentamiento a niveles seguros, sabemos que los combustibles fósiles son el mayor responsable de las emisiones y sabemos que la eliminación gradual de ellos es la única manera de lograr muchos de los cobeneficios para la salud que conlleva la mitigación del clima; entonces, ¿por qué los gobiernos permiten nuevas perforaciones, nuevas explotaciones mineras y nuevos oleoductos?”, expresó Liz Hanna, RN, PhD, presidenta de Salud Ambiental de la Federación Mundial de Asociaciones de Salud Pública.

Hanna complementa que “la ciencia es clara al respecto: el desarrollo de nuevos combustibles fósiles es totalmente incompatible con un clima y un futuro saludables”.

Además, “la crisis climática y el peligro de una guerra nuclear, los dos problemas más importantes de nuestra época, están profundamente entrelazados. La crisis climática está conduciendo a un mayor conflicto internacional y a un creciente riesgo de guerra nuclear, que a su vez causará una catastrófica y abrupta alteración del clima. El mundo debe unirse para prevenir estas dos amenazas existenciales”, indicó Ira Helfand, M.D. (doctor en Medicina), expresidente de Médicos Internacionales para la Prevención de la Guerra Nuclear, quien ganó el Premio Nobel de la Paz en 1985.

“Está claro por qué necesitamos un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles. Los combustibles fósiles no solo son tóxicos para la salud de las personas: cada etapa del ciclo de estos combustibles pone en riesgo la salud de las personas, desde la minería y la fractura hidráulica (también llamada fracking) hasta el transporte a través de oleoductos, pasando por el procesamiento y, finalmente, la quema de combustibles fósiles para el transporte, la electricidad y el uso industrial”,  declaró Jeni Miller, directora ejecutiva de la Alianza por el Clima Global y la Salud.

“Durante décadas hemos dependido de la capacidad de los combustibles fósiles para suministrar energía, pero ahora tenemos alternativas que son más limpias y sostenibles, así como compatibles con el futuro más saludable que deseamos”, agregó.

La vocera de la Alianza por el Clima Global y la Salud señala que “el acceso a la energía limpia es vital para ayudar a las personas a salir de la pobreza, apoyar el desarrollo económico, proporcionar educación y atención sanitaria, y muchos otros factores determinantes de la salud. Existen alternativas de energía limpia a la quema de combustibles fósiles, sin embargo, muchos países no cuentan con los medios y la experiencia técnica para realizar la transición”. 

Acto seguido, añade que “los países de altos ingresos se han beneficiado del uso de los combustibles fósiles durante más de cien años. Estos países tienen los recursos y la responsabilidad moral no solo de hacer la transición a la energía limpia, sino también de apoyar a los países en desarrollo para que hagan lo mismo, de modo que podamos acabar con la pobreza y las desigualdades en materia de salud al tiempo que ponemos fin a la dependencia de los combustibles fósiles.”

Jeni Miller (izquierda). Foto: Salud sin Daño

Por ello los firmantes abogan por una transición energética que no deje atrás a las comunidades y los trabajadores que actualmente dependen de los empleos en el sector de los combustibles fósiles. Para ello, es fundamental que los gobiernos pongan en marcha soluciones que permitan a los trabajadores y a las comunidades realizar la transición a una economía de energía limpia que apoye un futuro saludable y sostenible, con las comunidades locales como protagonistas para ayudar a definir la forma de dichas soluciones, asegura Miller.

Para hacerse una idea, la contaminación atmosférica mata a más de 7 millones de personas al año en todo el mundo, mientras que más del 90% de la población mundial vive en lugares que superan los límites de contaminación atmosférica establecidos por la Organización Mundial de la Salud.

“La eliminación de los combustibles fósiles evitaría 3,6 millones de muertes al año por contaminación atmosférica, lo que representa un inmenso beneficio para la salud a corto plazo que permitiría alcanzar las medidas esenciales para mitigar el cambio climático a largo plazo”, continuó Miller. 

En la misma línea, el director general de la Alianza para el Clima y la Salud de Australia, Roland Sapsford, añadió que “en todo el mundo, la extracción, el procesamiento y la distribución de los combustibles fósiles afectan a la salud de las personas de bajos ingresos y a las comunidades indígenas más que a otras. La eliminación gradual de los combustibles fósiles puede mejorar la salud de todos, al tiempo que convierte nuestro mundo en más equitativo”.

“Los combustibles fósiles son uno de los factores clave del cambio climático y de la contaminación, que afectan a las personas de todo el mundo, pero más aún a las poblaciones vulnerables y a los países de bajos y medianos ingresos que sufren una mayor exposición. La eliminación gradual de estos combustibles es la intervención de salud pública más importante que podemos lograr".
Diana Picon Manyari
Directora internacional de Clima de Salud Sin Daño
14 de septiembre de 2022
“Como defensores de la salud pública y profesionales de la salud, reconocemos nuestro papel a la hora de garantizar que el sector de la salud se comprometa a reducir su propia dependencia de los combustibles fósiles, al tiempo que abogamos por una transición justa hacia una energía sana y limpia”.
Diana Picon Manyari
Directora internacional de Clima de Salud Sin Daño
14 de septiembre de 2022
"Nos emociona ver a los profesionales de la salud salir de sus quirófanos, clínicas y consultorios para apoyar el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles por el bien de las personas y del planeta, junto a un creciente coro de jefes de gobierno, premios Nobel, destacados académicos y la sociedad civil. El mundo está despertando a la realidad de la crisis climática, que está estrechamente ligada a millones de vidas y su salud. Es hora de que los líderes mundiales cumplan con los estándares de liderazgo climático y trabajen juntos para poner fin a la era de los combustibles fósiles de una manera justa y rápida".
Harjeet Singh
Director de Compromiso Global de la Iniciativa del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles
14 de septiembre de 2022
“Como profesionales de la salud, estamos luchando por proteger la salud de nuestras comunidades de los impactos del cambio climático ya presentes. Dejar los combustibles fósiles en el suelo, donde pertenecen, es una medida de salud pública sensata. Una transición rápida y justa para abandonarlos es una inversión en la equidad sanitaria. Para mis pacientes, el aire limpio es medicina, y el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, la prescripción médica”.
Laalitha Surapaneni
Practicante de medicina interna y miembro de la junta nacional de Médicos por la Responsabilidad Social
14 de septiembre de 2022
“Los pediatras dedican sus esfuerzos a salvar vidas. Tenemos un deber ético de atención y no podemos guardar silencio sobre los riesgos que representan los combustibles fósiles para la salud mundial. Nuestro mensaje para los líderes de gobierno de todo el mundo es el siguiente: La salud de todos los que ahora vivimos y de las generaciones futuras depende de la eliminación gradual de los combustibles fósiles, de forma rápida, justa y absoluta”.
Ruth A. Etzel
M.D. y copresidenta del Grupo Asesor Estratégico de Salud Ambiental de la Asociación Internacional de Pediatría
14 de septiembre de 2022
“Los profesionales de la enfermería son cada vez más conscientes de las vidas puestas en juego si no abordamos el cambio climático, al igual que de las repercusiones en la salud pública, con múltiples muertes en todo el mundo de las que ya son testigos, causadas por el cambio climático. Acogemos con entusiasmo el llamado a dejar atrás los combustibles fósiles y nos unimos al coro que pide un Tratado para lograrlo”.
Peters Omoragbon
Pastor y presidente ejecutivo de la Iniciativa Humanitaria de Enfermeras y Enfermeros Sin Fronteras y convocante de la Asamblea de ONGs de Salud de la CMNUCC
14 de septiembre de 2022
“La sustitución de los combustibles fósiles por energías limpias y sostenibles puede generar enormes beneficios para la salud, que van mucho más allá de la reducción de los efectos del cambio climático en la salud. La energía solar localizada puede ayudar a clínicas, hospitales y comunidades remotas a acceder a energía limpia y asequible. La sustitución de la calefacción y la cocina a base de combustibles fósiles por opciones limpias y renovables puede mejorar enormemente la calidad del aire interior. Las medidas de eficiencia energética pueden contribuir a que los edificios sean más seguros, saludables y habitables”.
Roland Sapsford
Director general de la Alianza para el Clima y la Salud de Australia.
14 de septiembre de 2022

Más razones apabullantes para tomar acción

“Las cargas y los daños causados por nuestra dependencia de los combustibles fósiles nos afectan a todos, pero no se asumen de la misma manera”, explicó Katie Huffling, enfermera obstetra y directora ejecutiva de la Alianza de Enfermeras por Ambientes Saludables. 

Las comunidades y los países con menor responsabilidad histórica en el cambio climático están experimentando sus mayores impactos en la salud, mientras que la perforación, la extracción y el procesamiento de combustibles fósiles ocurren de manera desproporcionada en comunidades desfavorecidas y de bajos ingresos a nivel mundial. Si se hace bien, la urgente transición hacia un futuro de energía limpia puede ser también una transición hacia un futuro más equitativo.” 

“En 2014 recibimos el doble de visitas a los servicios de urgencias por asma durante dos meses y medio, después de que nuestra ciudad subártica de Yellowknife se viera rodeada de graves incendios forestales”, señaló la Dr. Courtney Howard, médico de urgencias en el subártico, copresidente de apoyo al Grupo de Trabajo OMS-Sociedad Civil y expresidente de la Asociación Canadiense de Médicos por el Medio Ambiente. 

“Dos años después, el hospital de Fort McMurray, el corazón del país de las arenas bituminosas, tuvo que ser evacuado debido a un incendio forestal. Todavía se pueden ver los árboles quemados desde el estacionamiento de Urgencias. Para estar sanos, nuestros pacientes necesitan un clima estable, así como un empleo que les ayude a dar alojamiento, alimentar y mantener a sus familias. 

Es preciso conversar con las personas que viven en comunidades dependientes de los recursos para preguntarle a los trabajadores de los combustibles fósiles qué apoyos necesitan para hacer la transición y poner sus habilidades al servicio de la economía de bajas emisiones de carbono que todos nuestros hijos necesitan para tener un futuro saludable”, añadió. 

“De la misma manera que el círculo de los combustibles fósiles afecta a la salud de las personas, también impacta negativamente en la salud de los ecosistemas y daña la biodiversidad, donde también se sustenta la salud humana”, afirmó la doctora Paola Rava, coordinadora del grupo de trabajo en salud y ambiente de la CIMF (Confederación Iberoamericana de Medicina de Familia). 

“Puede provocar el desplazamiento de poblaciones rurales, en muchos casos también la agresión contra la población indígena y el empobrecimiento de países ya vulnerables. La eliminación de los combustibles fósiles conducirá a los sistemas agroindustriales de producción de alimentos, una de las principales fuentes de emisiones, hacia sistemas agroecológicos que favorezcan la vida y la salud de todo el planeta, ¡pensemos en la salud humana, actuemos por la salud planetaria!”.

Por su parte, Anne Stauffer, directora adjunta de la Alianza para la Salud y el Medio Ambiente (HEAL, en inglés), manifestó que “ya es hora de que los responsables de la toma de decisiones en todo el mundo acaten la prescripción médica y adopten rápidamente medidas para acabar con la producción y la quema de combustibles fósiles, incluido un tratado de no proliferación de combustibles fósiles.”

“Una transición justa, saludable y rápida de los combustibles fósiles a fuentes de energía más limpias y sostenibles es imperativa tanto para la salud humana como para la del planeta”, dijo Poornima Prabhakaran, MD, directora del Centro de Salud Ambiental de la Fundación de Salud Pública de la India. “Todo el ciclo de vida de los combustibles fósiles desde la minería, el fracking, la combustión y la eliminación de los productos finales está plagado de peligros para la salud. 

Salud del planeta y  humana. Crédito: Pexels
Salud del planeta y humana. Crédito: Pexels

Frente a todos los antecedentes, los firmantes aseguran que reducir los combustibles fósiles nunca es suficiente. A su juicio, la eliminación debería ser el camino a seguir, a través de una transición justa que considere a las comunidades a nivel local, nacional y mundial. 

Esto cobra especial relevancia ad portas de la COP27, que se desarrollará entre el 6 y 18 de noviembre en Egipto. Por eso desde las organizaciones realizaron un llamado a todas las partes interesadas para que retiren rápidamente sus fondos y subsidios de los combustibles fósiles,

En este contexto, consideran que un tratado de no proliferación de combustibles fósiles proporcionará un impulso crítico y oportuno a los esfuerzos para abordar la contaminación del aire y la crisis climática.

Fuente: Comunicado

La quema de combustibles fósiles supone  una grave amenaza para la salud humana y planetaria.

Datos, conceptos e información clave:

  • La contaminación atmosférica, sobre todo aquella derivada de la quema de combustibles fósiles, provoca más de siete millones de muertes prematuras cada año. Contribuye a las enfermedades cardiovasculares, las afecciones respiratorias y los cánceres. A esto se suman los incendios forestales, cada vez más intensos y frecuentes debido al cambio climático.
 
  • La crisis climática, causada en gran medida por la quema de combustibles fósiles, es una amenaza crítica para la salud, que agrava otros problemas médicos y amenaza los sistemas de salud. 
 
  • El calor del clima crea las condiciones ideales para la transmisión de enfermedades transmitidas por los alimentos y el agua y la propagación de enfermedades transmitidas por vectores, lo que perjudica décadas de progreso en la salud pública en todo el mundo. 
 
  • El cambio climático aumenta el riesgo de enfermedades y muertes relacionadas con el calor, que afectan especialmente a niños pequeños, trabajadores al aire libre, atletas y adultos mayores.
 
  • Las sequías, las inundaciones, los fenómenos meteorológicos extremos y el aumento del nivel del mar provocados por el cambio climático perturban el sustento, contaminan el agua, amenazan la seguridad alimentaria, dañan las infraestructuras y provocan la migración, especialmente de las poblaciones que viven en pequeñas islas, regiones costeras y zonas bajas.
 
  • Los fenómenos meteorológicos extremos interrumpen las cadenas de suministro de insumos médicos en todo el mundo y arrasan los centros de salud, lo que perjudica seriamente la capacidad de los trabajadores del sector para prestar asistencia médica.
 
  • El cambio climático está afectando fuertemente a la salud mental, agravando la ansiedad y la depresión, especialmente en los jóvenes.
 
  •  Existen también riesgos específicos para la salud humana y laboral asociados a cada etapa de las operaciones con combustibles fósiles, como la extracción, el refinado, la fabricación de subproductos, el transporte, la distribución y la disposición de residuos.
 
  • Se ha descubierto que vivir cerca de zonas de extracción de petróleo y gas aumenta la incidencia de las enfermedades respiratorias y los problemas en los nacimientos, y está potencialmente asociada a otros daños para la salud. Vivir cerca de las minas de carbón se asocia a un mayor riesgo de enfermedades pulmonares y cánceres, y a semanas de inasistencia a la escuela y al trabajo. La contaminación lumínica y acústica relacionada con la extracción, el uso y la contaminación del agua, la degradación de los ecosistemas y la alteración del hábitat, el sustento y la comunidad también afectan negativamente a la salud.
 
  • La proximidad a las refinerías petroquímicas y la exposición a las instalaciones que fabrican otros productos derivados de los combustibles fósiles se asocian a un mayor riesgo de enfermedades como el asma infantil y los tumores hematológicos.
 
  • El transporte de combustibles fósiles registra un historial de derrames y explosiones con impactos agudos y crónicos en la salud de las comunidades cercanas y de los trabajadores de la limpieza. 
 
  • La disposición segura de los residuos de los combustibles fósiles sigue siendo un reto, ya que los residuos contienen sustancias con evidentes efectos sobre la salud, como metales pesados y productos químicos tóxicos.
 
  • Los trabajadores de las minas y las refinerías se enfrentan a otros riesgos únicos para la salud, como enfermedades respiratorias graves y tipos de cáncer muy malignos, así como lesiones por incendios y explosiones.
 
  • Las comunidades próximas a la actividad de los combustibles fósiles son objeto de amenazas y violencia, incluso, pero no siempre, cuando tratan de proteger sus tierras, sus medios de vida y su salud. La gravedad y la magnitud de estos daños son mayores en las comunidades indígenas debido a sus vínculos únicos con los territorios en los que viven.

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