Proyecto termosolar brinda agua caliente a colegio de Quilpué

El Colegio Luis Cruz Martínez de Quilpué, un recinto con alto índice de vulnerabilidad, instaló un sistema de paneles solares para alimentar de energía renovable a su biblioteca y otros lugares comunitarios del recinto. Luego, sus integrantes dieron un paso más adelante e instalaron paneles termosolares en los baños de niños de prekinder y kinder, generando una serie de beneficios que se extendieron a toda la comunidad.

Quilpué, la llamada “Ciudad del Sol”, está ubicada en la Región de Valparaíso, en la zona central de Chile. Es el tercer municipio más poblado de la región, por detrás de las comunas de Valparaíso y Viña del Mar.

En el verano, Quilpué disfruta de largos y calurosos días soleados. Este pequeño municipio tiene una atmósfera y ritmo tranquilo. En el sector Belloto Norte está el Colegio Luis Cruz Martínez, un recinto municipal, con un alto índice de vulnerabilidad y que desde hace diez años está buscando incorporar transversalmente la sustentabilidad ambiental en sus rutinas y cotidianidad. 

A pesar de que este colegio está conectado a la red eléctrica, desde el año 2020 la comunidad escolar decidió implementar soluciones de paneles solares y sistemas  termosolares como forma de educar a estudiantes, padres, apoderados, profesores y funcionarios del establecimiento sobre los beneficios de este tipo de energía y, al mismo tiempo, solucionar sus problemas de infraestructura a menor costo. 

La comunidad del Colegio Luis Cruz Martínez de Quilpué se siente orgullosa de las soluciones técnicas sustentables que han implementado pues no sólo son paneles solares y sistemas termosolares sino también puntos verdes, limpios, limpios, huertos e invernaderos entre otros.

María José Sepúlveda y María Eugenia Cataldo, ambas profesoras y miembros del Comité Ambiental del colegio, sostienen que la inquietud de aprovechar la energía solar para el establecimiento surgió luego de ser parte de un concurso de eficiencia energética: “Ahí nos dimos cuenta que estábamos consumiendo demasiada luz. Nuestros costos eran muy altos. Fue luego de esa experiencia que nos preguntamos como comunidad ¿Qué podemos hacer? Y justo aparecieron los Fondos de Protección Ambiental del Gobierno y postulamos para financiar nuestros paneles solares”. 

Durante 2021, el Colegio Luis Cruz Martínez, a través del Proyecto “Encuentro Solar”, instaló un sistema de paneles solares para alimentar de energía renovable a la biblioteca y otros lugares comunitarios del recinto. 

Cabe destacar que este establecimiento recibe cada año más de 600 alumnos. “Actualmente reciben energía solar la televisión de la biblioteca, los computadores, el centro de monitoreo (cámaras de seguridad), y también hicimos una conexión hacia un huerto”, explica Ana Hernández Duarte, académica de la carrera de Geografía y tesista del Doctorado Interdisciplinario en Ciencias Ambientales de la Universidad de Playa Ancha, quien es parte del Comité Medio Ambiental del establecimiento. 

Asimismo, durante 2022 la comunidad instaló un sistema termosolar que provee de agua caliente a los lavamanos y duchas en los baños de los niños que están en etapa pre-escolar. El proyecto llamado “Encuentro Solar 2.0” estaba en la lista de prioridades de la comunidad del colegio. 

Esto porque a pesar de que Quilpué es llamada “la ciudad del Sol”, posee un clima de valle cuyas características son temperaturas mínimas y máximas extremas. “Es decir, en la mañana hace mucho frío y durante el día está muy helado”, sostiene la profesora Sepúlveda. “Las profesoras de kinder y prekinder se acercaron al Comité Ambiental del colegio para requerir agua caliente a los baños de estos cursos. Nosotros como Comité Ambiental levantamos esa información y vimos que proveer agua temperada o climatizada a través de energías renovables era una prioridad”, explica Hernández. 

El Colegio Luis Cruz Martínez de Quilpué instaló un sistema de paneles solares durante 2021 para alimentar de energía renovable a la biblioteca y otros lugares comunitarios del recinto.

Este baño tiene asociado una ducha y muchas veces el colegio ha prestado esta infraestructura a familias vulnerables de la comunidad escolar. 

“Le llamamos ‘baño social’ pues hay una familia de muy pocos recursos en la comunidad que ocupa este baño”, explica Cataldo. 

Además de representar un ahorro monetario y energético para el colegio y una ayuda social para quien lo necesite en su comunidad, los paneles solares y el sistema termosolar de baños y duchas permiten desarrollar una conciencia ambiental entre los miembros de su comunidad.

En este contexto, Hernández menciona que a pesar de que el colegio está en un área urbana conectado a la red eléctrica, como comunidad escolar buscan desmitificar la idea de que la energía solar sólo es viable en áreas rurales cuando el objetivo del establecimiento municipal es promover la educación ambiental en la comunidad educativa (y otros colegios del área) y reducir las emisiones en general. 

“Durante los últimos años, el colegio ha tenido un aumento de estudiantes y suele pasar en los países de Latinoamérica que la infraestructura de los establecimientos empieza a envejecer y que no siempre el sistema eléctrico se actualiza al mismo tiempo que otras renovaciones. Si bien no hay una limitación específica porque no estamos en un territorio aislado donde no tenemos acceso a la red eléctrica, podemos ser un modelo en educación para la sustentabilidad y sensibilizar a toda la comunidad educativa (otros colegios, padres y apoderados) de que este tipo de tecnologías se pueden utilizar y son accesibles. Esto porque, en general, existe la concepción de que los paneles fotovoltaicos solo se usan en Alemania. Entonces nosotros, como comunidad educativa que trabaja por la sustentabilidad queríamos desmitificar un poco esa idea”, sostiene Hernández.

Conexiones con la comunidad

Para la comunidad del colegio, los proyectos “Encuentro Solar” 1 y 2 no solo contemplaron la instalación de los paneles termosolares sino que también capacitación en energías renovables, educación ambiental y adaptación y mitigación al cambio climático a su comunidad, dictados por profesionales y académicos de la Universidad Católica de Valparaíso. 

“Existe una mamá apoderada de la comunidad que cuando enseñamos sobre paneles y deshidratadores solares replicó el sistema cuando tuvo problemas económicos e hizo su emprendimiento. Ahora tiene un horno solar que es utilizado para cocinar y deshidratar frutas”, explica Sepúlveda.

Cabe destacar que el sistema fotovoltaico de energía solar instalado por el primer proyecto “Encuentro Solar 1” reserva energía para utilizar en casos de cortes de luz. “Este back up es utilizado para dar energía a las cámaras de seguridad del colegio y también a una de las salas de pre-básica, que sería como nuestro sitio en caso de que nadie en ninguna parte del colegio tuviera electricidad”.

Los próximos pasos de esta comunidad es postular  a un proyecto con riego automatizado y eficiente para la huerta del colegio, donde esta última estará conectada a la red eléctrica de los paneles solares ya instalados.

De izquierda a derecha Jocelyn Delgado, Bibliotecaria del Colegio; María José Sepúlveda y María Eugenia Cataldo, ambas profesoras y miembros del Comité Ambiental .

Un ejemplo para su comunidad

Según las autoridades medioambientales locales, la proactividad del establecimiento quilpueíno tiene un impacto en la comunidad escolar local que va generando más conciencia, lazos y sostenibilidad, lo cual es fruto del trabajo colectivo.

El Colegio Luis Cruz Martínez es parte de una comunidad con varios estamentos, compuesta por estudiantes, apoderados, asistentes de educación y profesores. Cada niño y persona que está en el colegio tiene una familia también. “Entonces, su rango de acción también es bastante amplio, e incluso también nos vinculamos en uno de estos proyectos con una Junta de Vecinos. Entonces, tratamos de crear esta red donde los recursos que se obtienen del proyecto sean los más eficientes en las oportunidades y lo provechosos que puede ser”, sostiene Hernández. 

Actualmente el colegio tiene vínculos con la Universidad Católica de Valparaíso, CONAF (Corporación Nacional Forestal) y la Corporación de la Municipalidad de Quilpué.

“Tenemos una red de apoyo en este momento que se ha ido forjando como a través de los hábitos. Inclusive hay otros colegios también que nos piden consejos y ayuda. Vienen a visitarnos, a conocer las dependencias medioambientales que tenemos en el colegio”, agrega Sepúlveda.

Con todo lo anterior, buscan demostrar a su comunidad que es posible buscar respuestas sustentables a sus problemas. 

“Nosotros estamos ejecutando una transición energética. Estamos moviéndonos para poder utilizar energías renovables. Esto porque buscamos ser un ejemplo para otros establecimientos o las comunidades. Si estás en un territorio más aislado, muchas veces la energía solar o los paneles solares  son la única solución para tener energía, pero cuando ya estás en un contexto donde está disponible una red suele haber más resistencia a soluciones sustentables y, claro, nosotros queremos desmitificar que las soluciones sustentables son lejanas o difíciles”, indica Hernández. 

“Incluso hicimos un taller de los costos y beneficios de tener este tipo de infraestructura (paneles solares) para los apoderados del colegio, con el fin de que ellos lo implementarán en sus casas. Entonces, es como poner el punto en discusión para generar esa transición ecológica”.

En 2021, el Colegio Luis Cruz Martínez de Quilpué instaló un sistema de paneles solares para alimentar de energía renovable a su biblioteca y otros lugares comunitarios del recinto.

Con todo, Hernández dice que como comunidad se sienten  orgullosos de que las soluciones técnicas sustentables para el colegio se han mantenido en el tiempo.  “Nuestro primer proyecto fue de reducción de basura en el 2017 y está operando hasta ahora. Además, toda nuestra infraestructura se sigue conectando entre sí y sigue mejorando o complementándose con otras de las necesidades o los problemas que queremos resolver o mejorar. Continuamos con esta gran meta que nos hemos puesto de ser un modelo de proyecto educativo que tenga educación para la sustentabilidad”, agrega Hernández. 

En este contexto, el Colegio Luis Cruz Martínez ha realizado presentaciones, charlas a otros establecimientos del entorno, a la corporación municipal al que pertenece el colegio y en la COP26, difundiendo el proyecto educativo del establecimiento. 

“Nosotros identificamos que la comunidad educativa entendía la energía renovable como lejano. Entonces, poder contar con ella en tu colegio y ver que funciona en tu biblioteca con paneles solares, de que vas a lavarte las manos en pre-básica y está calentita el agua, es algo demostrativo y también sensibiliza y es parte del cotidiano de los chicos. Esto va transformando un poco no solo la percepción de cómo reciben ellos este tipo de tecnologías o este tipo de prácticas, sino que también ya van incorporando con el cambio algunas conductas y patrones”, explica Hernández. 

Mantenciones: las limitaciones del proyecto Encuentro Solar

Con todo el beneficio e impacto del proyecto “Encuentro Solar 2.0” para su comunidad también esta iniciativa tiene sus limitaciones. La instalación del “Encuentro Solar 2.0”, por ejemplo, contempló 4 millones de pesos para su financiamiento (aproximadamente 4 mil 500 dólares). Sin embargo, las reparaciones y el gasto de materiales no está contemplado en este presupuesto. 

Además, se han enfrentado problemas con el mantenimiento y coordinación de las visitas. “El panel termosolar tenía una gotera. Después de un tiempo de uso, como en toda cañería, empezó a filtrar agua. Y eso se soluciona viniendo un técnico. Lo otro que a veces también hay que regularlo, tiene un regulador en el cual tiene que ir equilibradamente el agua caliente y el agua fría. Porque si tú abres la llave, a veces sale fuera agua caliente, y eso es peligroso. Entonces tiene que haber un equilibrio entre agua fría y agua caliente”, explica Cataldo. 

La profesora explica que “al comienzo tuvimos que hacer una inducción del equipo tanto para los paneles solares como para el termosolar, generamos un manual con indicaciones de qué hacer, cómo mantenerlo, cuáles son las mantenciones mínimas que hay que hacerle y tratamos de difundirlo con los auxiliares. Pero igual nos pasó al inicio de que cerraban las llaves del agua caliente. Respecto a las mantenciones, nos cuesta mantener estos técnicos pues no son tan constantes en el tiempo. A veces el servicio no es en los plazos que uno quisiera. Nos toca estar coordinando con mucha anticipación la visita de mantención o cualquier problema que uno pueda tener”.

“La dinámica de un colegio es compleja pues es un establecimiento municipal con más de 600 alumnos entonces las cosas hay que hacerlas con mucha anticipación y tienen que quedar dentro del presupuesto del año. Por ejemplo, ahora estamos pensando en el 2025, entonces ese tipo de precauciones o detalles lo tenemos en cuenta ahora”, agrega Hernández.

A pesar de las dificultades, Hernández, Sepúlveda y Cataldo destacan la importancia de la comunicación y compromiso de la comunidad para el éxito de estas iniciativas solares y termosolares.

El proyecto “Encuentro Solar 2.0” instaló paneles termosolares para calentar el agua de los baños de niños de kinder y pre-kinder .

“Lo que nosotros estamos logrando es que sea el colegio en su totalidad sustentable”, indica Sepúlveda.

Cataldo asegura que “existe un cambio totalmente de cómo eran los niños antes y ahora. Tienen más conciencia ambientalista que llevan a sus casas”. En cuanto a otros potenciales usos, agrega que “pondría paneles solares a todas las luces que hay acá en el colegio. Entonces eso sería lo ideal. Hacer más cosas con energía”.

“Este es un colegio de un alto índice de vulnerabilidad en el cual no todos los apoderados pueden pagar la luz. Yo sé que hay muchos apoderados que están colgados de las redes eléctricas. Si tuviéramos paneles, más paneles solares, y ellos supieran usarlo, no tendrían necesidad de estar colgándose de las redes eléctricas”, agrega la docente. 

“A nosotros nos motiva desarrollar conciencia ambiental en los estudiantes. Que al final estamos ya viviendo el cambio climático. El cambio climático está aquí. Estamos viviéndolo, entonces es muy importante que los chicos tengan conciencia que con pequeñas acciones ellos pueden contribuir a que el cambio climático no sea tan nocivo”, finaliza Cataldo. 

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