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Archipiélago de Juan Fernández: en busca de la independencia energética y una promesa incumplida

Aunque ha sido un referente ambiental en el mundo, el archipiélago enfrenta varios desafíos, como la dependencia a los combustibles fósiles y el lento avance de las energías renovables en la isla Robinson Crusoe, lo que contrasta con el impulso autogestionado de la energía solar en Alejandro Selkirk. Las incógnitas también surgen por la promesa realizada hace años por el ex alcalde de convertir a la localidad en carbono neutral al 2030, meta que está lejos de cumplirse.

El Archipiélago de Juan Fernández es conocido en todo el mundo como un paraíso natural. Para hacerse una idea, posee una exuberante biodiversidad y un elevado porcentaje de especies endémicas – exclusivas de estas islas -, lo que ha motivado su declaración como Reserva de la Biosfera por la Unesco y la creación de un parque nacional y áreas marinas protegidas. Sin embargo, este ecosistema único en el planeta se encuentra dentro de las 10 ecorregiones con mayores amenazas a nivel mundial y enfrenta una serie de desafíos en una época marcada por fenómenos como la crisis climática.

Poblado de San Juan Bautista, Isla Robinson Crusoe, ubicado a 670 kilómetros de Chile continental. Foto: Héctor Gutiérrez

Es en este contexto que se anunció en 2019, con bombos y platillos, el “Plan 2030 para Juan Fernández”, el cual contemplaba que esta comuna se convirtiera en carbono neutral para dicha fecha, en el marco de un convenio que se celebró entre la municipalidad, administrada en ese entonces por el alcalde Leopoldo González, y la embajada de Ecuador, en representación del consejo de gobierno de Galápagos.

Este proyecto de cooperación mutua pretendía potenciar el desarrollo sustentable de ambas comunidades, poniendo como ejes centrales el tratamiento integral de residuos y la eficiencia energética. Sin embargo, el último punto sigue siendo un problema para la comunidad en la actualidad. 

Ante ello, debemos tener presente a que nos estamos refiriendo cuando hablamos de “carbono neutralidad”, la que implica alcanzar un resultado neto de cero emisiones de gases de efecto invernadero, lo que se refiere a emitir a la atmósfera la misma cantidad de gases que se absorben por otras vías.  Lo cual, se puede lograr a través de los sumideros, en donde los bosques y los océanos son los principales responsables de absorber el dióxido de carbono de manera natural.

Volviendo a la realidad de Juan Fernández, en palabras de Jaritza Rivadeneira, concejala de la comuna, “hoy día el combustible fósil es tan vital, que cuando se corta la luz por temporales, las principales preocupaciones son los pacientes clínicos en condición de dependencia con instrumentos electrónicos, además del sector productivo y primario, que corresponde a la pesca artesanal, que ha logrado un desarrollo económico por medio de la venta de productos congelados, que no debieran perder en ningún caso la cadena de frío”. 

Por su parte, Fernanda Ibarra, habitante del lugar, complementa que “solo hay que visualizar la dependencia del combustible que tenemos y cómo éste impacta en el medio ambiente, la huella de combustible residual que llega al mar cada vez que llueve es algo que evidencia el daño que se realiza”.

Dicha dependencia tiene un grave impacto en el medio ambiente, puesto que a la fecha en la isla principal, Robinson Crusoe, la única habitada permanentemente dentro del archipiélago con una población que asciende a 926 personas según el último CENSO (2017), se están quemando cerca de 1.400 litros de diésel diarios para proveer de energía a la comuna, mientras que la cifra mensual asciende a los 40 mil litros, según el encargado de la Dirección de Obras Municipales (DOM), Claudio Esturi. 

Ante este escenario, surgen incógnitas sobre el estado de avance del  “Plan 2030 para Juan Fernández”.

Planta eléctrica de la comuna, la única que existe, en donde también se pueden apreciar a la derecha los tanques que almacenan el combustible. Foto: Diego Gómez.

Sin embargo, la encargada de la Unidad de Medioambiente de la municipalidad a la fecha en que se escribió este articulo, Victoria Salas, indica que por el momento no se está trabajando en algún proyecto para mitigar el uso de combustibles fósiles en la comuna en este departamento que fue, precisamente, el que lanzó la campaña en 2019. Además, añade que no estaba enterada del plan que tiene como objetivo la descarbonización de cara al 2030, por lo que no puede entregar mayor información al respecto. 

Por su parte, la concejala Rivadeneira también señala desconocer dicho proyecto, mencionando que: “Más que una iniciativa del edil anterior, es seguir los lineamientos de la Agenda 2030 dictada por la ONU y que corresponde a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), donde nuestro país se compromete a seguir dichos lineamientos”

Pese al mencionado compromiso, lo cierto es que actualmente el Plan 2030 ha quedado en nada. En palabras del actual alcalde de la comuna, Pablo Manríquez, quien accedió a una entrevista: “Me habían hablado de que se había hecho un convenio, después llegó la pandemia y no hicieron absolutamente nada, no sabemos si se concretó (…) Finalmente fue como un saludo a la bandera, ya que no hay ninguna planificación ni compromiso de instituciones con eso”.

En este sentido, el actual edil sostiene que “cuando me dicen carbono neutral, pero ni siquiera hay una estrategia comunal, comó voy a llevar a cabo un plan a 2030 de carbono neutralidad. No hay nada definido desde la base, primero tiene que haber una estrategia que tiene que ser consensuada con la comunidad, para que sean partícipes, porque si no vamos a seguir dependiendo fuertemente de los combustibles fósiles”. Sin embargo, Manríquez menciona que por parte del municipio se está trabajando en una estrategia en materia de energía que sea más a largo plazo, ya que la comuna se encuentra muy “en pañales” en este aspecto.

La energía en un paraíso aislado: el caso de la Isla Alejandro Selkirk

Pese a lo mencionado previamente, es importante tener en cuenta que el archipiélago de Juan Fernandez está compuesto por tres islas, de las cuales solo dos se encuentran habitadas: Robinson Crusoe,  la principal, y Alejandro Selkirk. En esta última vive una  comunidad de aproximadamente 80 personas, las cuales solo permanecen ahí durante los meses de octubre a mayo, lo que obedece al inicio y término de la temporada de pesca de langostas. Acá  abordan de manera distinta el tema energético, puesto que según los antecedentes recabados se puede afirmar que la mayor parte de la energía que se genera en el lugar proviene de paneles fotovoltaicos.

Andrea Jara es calificadora energética del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), y actualmente trabaja en un proyecto denominado “Pequeñas Localidades”, que tiene como objetivo generar más desarrollo y acceso a bienes y servicios, en territorios de todo el país que cuenten con menos de 20 mil habitantes. 

En este sentido, hoy Jara se encuentra inserta en la Secretaría de Planificación Municipal (SECPLA), y es desde este espacio que ha podido levantar información relevante en cuanto a la realidad de la isla de Selkirk. “A través de entrevistas pude dar cuenta de que allá cerca del 90% de la población cuenta con paneles solares, lo cual ha sido todo gracias a la autogestión”. 

Éstos fueron adquiridos a través de soluciones individuales, dado que anteriormente cada vivienda poseía generadores [de combustible], que hacían un costo mensual carísimo por el precio de la bencina. Además, generaban un ruido espantoso en una comunidad que vive hacinada, dada la condición de Parque Nacional, complementa Rivadeneira.

Por su parte, quienes habitan este inhóspito y aislado territorio también tienen algo qué decir al respecto. Ibarra, quien vive por temporadas en este lugar hace ya algunos años, alude a las razones de por qué decidió invertir en este tipo de energías: “En la isla Alejandro Selkirk no existía luz eléctrica común y era  la única forma de poder tener energía en nuestro hogar (…) si bien gran parte de la población tiene, muchos han tenido fallas por el uso incorrecto del sistema”.

Cabaña que cuenta con independencia energética a través del uso de paneles solares en la comuna. Foto: Fernanda Ibarra.

En relación a lo efectivo que resulta el uso de este tipo de energías, Ibarra señala que “alcanza en épocas de verano y primavera, sin embargo, en invierno como no hay mucho sol las baterías no cargan lo suficiente y es mejor crear un sistema mixto”. 

Sin embargo, para quienes habitan en esa isla esto no representa un mayor problema debido a que, como se mencionó con anterioridad, es habitada mayormente durante la temporada estival. 

En cuanto a las razones de por qué esta iniciativa de energía solar no se ha replicado en la isla principal, Robinson Crusoe, tienen que ver más que nada con la necesidad que existe en Selkirk en relación al tema energético, en palabras de Jara.

El rol del municipio para disminuir los combustibles fósiles

Lo cierto es que si bien no se están llevando proyectos de gran envergadura en la comuna que vayan en pro de cumplir la meta de la carbono neutralidad para el 2030, sí existen acciones que se están tomando por parte del municipio que fomentan el uso de energías renovables no convencionales. “Postulamos a un proyecto que se llama Fondo de Acceso a la Energía (FAE) que es del Ministerio de Energía. Este es para organizaciones sociales sin fines de lucro o municipios (…) en este primer intento nos ganamos el primer y el segundo lugar a nivel nacional”, comenta Jara.

Por su parte, Arife Mansur, seremi de Energía de la región de Valparaíso, visitó la isla de Robinson Crusoe junto a su equipo en mayo del presente año con el objetivo de colaborar en la implementación de energías renovables en la comuna: “Uno de los logros más destacados fue la adjudicación de dos sistemas fotovoltaicos (…) Uno de ellos para la Casa del Adulto Mayor, brindando energía limpia y sostenible para sus actividades diarias. El otro sistema se instalará en dependencias de la municipalidad, permitiendo que el propio municipio sea un ejemplo de uso responsable de energía”. Esta iniciativa se enmarca dentro del proyecto FAE.

En este sentido, la Seremi también indica que “estamos trabajando en la renovación de los estanques de combustibles de la planta de generación. Asimismo, estamos actualizando los antecedentes para contratar el mejoramiento de la red de distribución eléctrica, lo cual permitirá una mayor eficiencia y confiabilidad en el suministro eléctrico para toda la comunidad”. Este es un tema importante para quienes residen en el archipiélago, ya que en palabras de sus propios habitantes los cortes de luz son algo frecuente, señala Ibarra, quien además menciona que esta fue una de las razones que la motivó a invertir en energía solar. 

Desde el Ministerio de Energía también existe una línea de trabajo con la comuna, quienes manifestaron al ser consultados que “hemos estado elaborando una propuesta para evaluar e implementar tecnologías de generación aplicables a los sistemas aislados, que sean respetuosas con el medio ambiente (…) Se busca la hibridación del sistema aislado en archipiélago de Juan Fernández, el cual implica combinar múltiples fuentes de generación de energía para aumentar la eficiencia, reducir la dependencia del diésel y mejorar la sostenibilidad energética”.  

Entrega de kit energético a la comunidad de Juan Fernández como parte de la visita de la Seremi de Energía de Valparaíso. Foto: Seremi de Energía.

El futuro energético del archipiélago

En cuanto al futuro del archipiélago en materia energética, hay algo que está claro: el “Plan 2030 para Juan Fernández” para la carbono neutralidad se encuentra completamente estancado. “Veo difícil que esto se realice, ya que debiese hacerse una política desde ahora (…) pero si queda en las buenas intenciones, como ha sido hasta ahora, en el sentido de ir tomando proyectos sin una estrategia, parece una meta difícil de alcanzar”, manifiesta Jara, parte del programa “Pequeñas Localidades”

Pese a ello, tanto autoridades como la sociedad civil expresan que existe una suerte de “asistencialismo” por parte de la comunidad en esta materia. “Un muy buen ejemplo de los esfuerzos comunitarios es el caso de la isla Alejandro Selkirk e islas Desventuradas, donde las propias familias, en vista de ausencia del Estado, han invertido en paneles fotovoltaicos de tal manera que no tener es hasta mal visto. Esta evidencia de no asistencialismo marca la diferencia con la isla principal, Robinson Crusoe, donde existe ya la costumbre de que sea el municipio quien provea la energía, sin mayores reflexiones respecto al impacto que esto está generando en nuestro medio”, comenta la concejala Rivadeneira.

Ibarra, quien cuenta con paneles solares tanto en su vivienda en Selkirk como en Robinson Crusoe, coincide en que “existe un asistencialismo por parte de la comuna de tener un acceso cómodo y rápido a la energía por combustibles fósiles”. 

Por su parte, Jara agrega que “este problema de la energía también tiene que ver con la sobrepoblación y la capacidad de carga de la comuna, la cual ya llegó a un colapso y esto es un hecho. Yo siento que a esto no se le ha tomado el peso porque hay un desconocimiento, ya que si la gente tuviese conciencia real tomaría otra postura en relación al tema. Se seguirá contaminando el medio ambiente”.

Si bien esta problemática está lejos de ser solucionada, lo cierto es que actualmente existe un trabajo conjunto entre la municipalidad y el gobierno regional en relación a la posibilidad de la independencia energética en la comuna. 

“Nuestra postura como Seremi de Energía es que es algo posible de alcanzar a través del uso de energías renovables. De hecho, estamos trabajando en proyectos que permitan la implementación de estas fuentes de energía en las islas. Sin embargo, es importante destacar que, para lograr una instalación significativa de energías renovables en las islas, tanto en Juan Fernández como en Rapa Nui, es necesario mejorar la red de distribución eléctrica”, subraya Mansur.

Hasta ahora queda mucho camino por transitar en esta materia para la comuna de Juan Fernandez, una de las muchas comunidades insulares que existen en Chile, las que día a día deben sortear los desafíos que surgen producto de vivir en la condición de aislamiento extremo

Para Rivadeneira “es bueno asumir que, aunque no dependa de nuestras localidades pequeñas el cambio que necesita el mundo, y mientras nos sigan afectando los temporales y los cambios de temperatura por el cambio climático; y mientras nos sigan llegando residuos de otros lugares a nuestras costas; a pesar de eso, es bueno plantearse como modelo de lo que queremos ver en el planeta, siendo las islas un modelo de planeta a pequeña escala. Depositar en aquello nuestras fuerzas, nuestro sentido de vida y nuestro compromiso con el territorio que nos acoge, es desde mi punto de vista apasionante y esperanzador”.

Este trabajo fue producido en el marco del Taller de Periodismo Climático de Climate Tracker y FES Chile.

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