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Las historias que nos dejó 2022

La acción de los gobiernos, las comunidades que luchan por sus territorios y una América Latina más unida en las negociaciones, son algunas de las historias que nos contaron periodistas climáticos de la región en 2022.

En 2022 la pandemia y la recesión económica golpearon con fuerza a América Latina, sin olvidar los conflictos bélicos y una serie de desastres que se relacionan, de distinta manera, con la crisis climática que nos aqueja en la actualidad.

En este escenario, el periodismo cumple un rol fundamental para promover el conocimiento, la democracia y la acción climática, sobre todo en los países en desarrollo que son los más vulnerables a los efectos de las crisis ambientales.

Con esta inspiración, este 2022 trabajamos directamente con 54 periodistas a través de los programas de mentorías, que forman parte del corazón de Climate Tracker, así como de otras colaboraciones que se sostuvieron durante todo el año.

De esa forma impulsamos la cobertura de variados temas, varios de los cuales no son comunicados de forma frecuente e integral, como la transición energética, las y los defensores ambientales, las negociaciones y cumbres, entre otros.

Te resumimos a continuación las historias que hicieron de este 2022 un gran año para el periodismo climático latinoamericano.

Justicia ambiental, una cobertura urgente

Según un informe de Global Witness, publicado en octubre de 2022, América Latina registra cerca de 1200 ambientalistas asesinados en una década. Brasil y Colombia lideran la lista de asesinatos, mientras que México fue el país más mortal para los defensores de la naturaleza en 2021. De hecho, más de tres cuartas partes de los ataques registrados ocurrieron en nuestra región.

Además, existen numerosos conflictos socioambientales que enfrentan comunidades, a quienes se les niega voz y voto en la toma de decisiones que afectan sus territorios y formas de vida.

Por estos motivos nació el Acuerdo de Escazú, que busca fomentar el acceso a la información, la participación pública y la justicia ambiental en nuestra región. Sin embargo, varios gobiernos no se han sumado al tratado, sin olvidar que estos problemas no siempre son cubiertos ni visibilizados por los medios de comunicación, afectando la sensibilización y el avance de la justicia y democracia ambiental.

Por ello lanzamos junto a FES Transformación una convocatoria para cubrir de manera virtual la primera Conferencia de las Partes (COP) del Acuerdo de Escazú, que se desarrolló entre el 20 y 22 de abril en Santiago, Chile. Para ello congregamos a 13 becarios de periodismo de toda la región, específicamente de Uruguay, Costa Rica, Argentina, Ecuador, Colombia, Brasil, República Dominicana, Honduras, Panamá, Chile, Perú, México y Bolivia.

Foto: CEPAL

De esa manera, las y los periodistas se capacitaron a través de tres sesiones temáticas y recibieron el apoyo de sus respectivas mentoras con el fin de prepararse con anticipación para una cobertura remota a causa de la pandemia. De hecho, la gran mayoría siguió las negociaciones a través de una ventana de Zoom, a miles de kilómetros de distancia. Para Doménica Montaño, una de nuestras becarias, las 12 semanas que duró el proyecto fueron “muy valiosas y de mucho aprendizaje. Los talleres estuvieron muy buenos y fueron muy importantes para guiarnos en la cobertura de la COP1”.

El apoyo y trabajo colaborativo fueron fundamentales, ya que la misión no era para nada fácil. Pese a todo, el profesionalismo y ahínco de las y los periodistas culminó en 48 trabajos periodísticos publicados en 21 medios diferentes, visibilizando así la relevancia de la justicia y democracia socioambiental en sus países.

El equipo nos contó, por ejemplo, qué implica el Acuerdo de Escazú, incluyendo el caso de los países más peligrosos para las y los defensores ambientales en la región, como Colombia, México y Brasil. Además, abordaron cómo el tratado ya estaba generando impactos positivos en varios lugares.

Existían altas expectativas por los nuevos liderazgos que surgieron en América Latina, como el entonces recién asumido presidente, Gabriel Boric, quien envió en marzo un proyecto al Congreso para que Chile se adhiriera al Acuerdo, a diferencia con su predecesor, Sebastián Piñera, quien se negó a firmar el tratado durante su mandato. Asimismo, durante la conferencia, Boric hizo un llamado a los gobiernos de la región para unirse con “urgencia” al primer tratado medioambiental de Latinoamérica.

Durante la conferencia, en tanto, periodistas relataron cómo la delegación de Bolivia le dio la espalda a los pueblos originarios, al presentar una propuesta que los excluía (la cual, finalmente, no prosperó), mientras las comunidades indígenas de este país denunciaban un plan estatal para censurar y dividir las luchas de las naciones ancestrales que defienden a la Madre Tierra.

En ese sentido, la participación de la sociedad civil, como las comunidades indígenas, fue clave. Pese a que muchos tuvieron que disputar un puesto en la mesa, durante todo este periodo exigieron la adhesión de los gobiernos que aún no se habían sumado al Acuerdo, como era el caso de Perú, República Dominicana, Honduras, entre otros.

Cuando finalizó la primera COP y llegó la hora de los balances, el presidente de la Conferencia de las Partes (COP) del Acuerdo de Escazú, Marcelo Cousillas, aseguró en una entrevista que la impresión general que dejó la conferencia fue muy buena. “Esta COP ya era importante por ser la primera y porque, por propio mandato del acuerdo, debía considerar ciertos temas muy importantes”.

Aun así, son varios los desafíos por delante, ya sea en términos de la implementación por parte de los Estados y la necesidad de que la ciudadanía se apropie del acuerdo.

Esto también involucra, por cierto, a los periodistas de la región. Así lo expresó Tania Chacón, de México, para quien todo este proceso fue “de aprendizaje al 100%. No solo sobre el Acuerdo, sino de cómo hacer una cobertura de una cumbre internacional/regional. También fue una experiencia supremamente inspiradora, a seguir haciendo periodismo ecologista, climático; y a no soltar el tema del Acuerdo de Escazú”.

Semana del Clima: entre puertas cerradas y optimismo cauteloso

En julio, República Dominicana fue la sede de la Semana del Clima de América Latina y el Caribe, organizada por Naciones Unidas con el fin de movilizar a gobiernos, sociedad civil y distintos actores para impulsar la acción climática en los países. Aunque las negociaciones en este evento no son vinculantes ni formales, algunos temas fueron posicionados de cara a la COP27, que se realizó en noviembre en Egipto.

Por ello congregamos a tres periodistas de República Dominicana, quienes nos contaron en 11 artículos sobre el tímido comienzo de la Semana, los cuestionamientos a los ministros de Ambiente de América Latina que se reunieron a puerta cerrada; los foros ciudadanos alternativos, y la necesidad de financiamiento externo para promover la tan necesaria transición energética.

Aunque al final se valoraron ciertos avances, las organizaciones sociales sostuvieron que los derechos humanos y la justicia climática faltaron en las conversaciones.

El histórico proceso constituyente en Chile

Chile ha estado lejos de la calma. Luego de la revuelta o estallido social de 2019, se gestó en el país sudamericano un proceso para redactar una nueva Constitución que reemplazara a la carta magna instaurada en 1980, durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Afiches de manifestaciones en Santiago de Chile durante octubre de 2019. Foto: Rocío Mantis / Wikimedia Commons

Para seguir ese proceso, lanzamos en 2021 junto a FES Chile un programa para cubrir el proceso constituyente desde sus inicios, en particular las propuestas ambientales esgrimidas desde distintos sectores de la sociedad. Tras el éxito de la primera edición, renovamos el proyecto para 2022, reuniendo nuevamente a 5 periodistas, entre mayo y agosto, para continuar con la cobertura de la fase final de este periodo histórico.

Dada la enorme complejidad de este proceso, los periodistas participaron en cinco sesiones de capacitación sobre temas relacionados con el periodismo, el proceso constituyente y los fenómenos que afectan a Chile. Para la becaria, Natalia Messer, se trató de “un programa muy bien estructurado, que entrega los conocimientos necesarios para realizar una cobertura en profundidad sobre la crisis climática”, agregando que en la mentoría “fueron muy rigurosos con el trabajo, sin influir demasiado, pero ayudando a aclarar conceptos importantes en la cobertura del proceso constitucional”.

Y, paralelo a las sesiones, los periodistas nos relataron sobre las ideas y pugnas a través de 16 trabajos periodísticos – tanto escritos como en podcast – que fueron publicados en 13 medios distintos, incluyendo medios digitales y alternativos, y tradicionales o masivos como El Mercurio y BiobíoChile. 

De esa forma, abordaron variadas discusiones como la crisis del agua, los distintos impactos socioambientales de la propiedad privada (priorizada en la Constitución de 1980), las herramientas que ofrecía la nueva Constitución para enfrentar la crisis climática, cómo una “Constitución ecológica” potenciaría la inversión en Chile, el legado verde del pueblo mapuche y el desmentido de noticias falsas que circulaban en redes sociales, asegurando – por ejemplo – que la propuesta prohibiría el consumo de carne.

También analizaron las propuestas de nueva institucionalidad, como la creación de la Defensoría de la Naturaleza y el cambio de los tribunales ambientales (que actualmente son tres en todo el país, y que habrían aumentado a 16 si se hubiera aprobado la propuesta constitucional).

En síntesis, la propuesta final de nueva Constitución reconocía el contexto de crisis climática y ecológica, e incorporaba la inapropiabilidad de bienes comunes como el agua, los derechos de la naturaleza, entre otros.

Unas semanas antes del plebiscito, el proyecto finalizó, siendo descrito por la periodista Camila González como “meses de aprendizaje constante, de salir de la zona conocida y aprender de un proceso histórico y de un tema crucial como lo es el medioambiente. La describiría como una gran oportunidad de formación y de crecimiento personal y profesional”.

Finalmente, los chilenos rechazaron la propuesta de nueva Constitución en el plebiscito de salida del 4 de septiembre. Los análisis fueron muchos: que la Constitución ecológica no llegó a los territorios, que los medios tradicionales no abordaron de la mejor manera estos temas, entre otros.

Como sea, las y los periodistas de este proyecto realizaron una cobertura rigurosa y de calidad, recogiendo una amplia diversidad de voces para contar sobre los sueños que muchos tienen para el Chile del futuro.

La transición será justa o no será

“La transición a energías limpias está aún lejos de lograrse y muchos gobiernos de la región siguen promoviendo los combustibles fósiles. Creo que en esta región tenemos tantos otros problemas urgentes (hambre, pobreza, corrupción), que el cambio climático es siempre el último tema en las agendas de los gobiernos”, expresó Belén López Mensaque, periodista argentina que participó del programa global de Mentorías en Periodismo Climático.

Lo cierto es que varias crisis sociales, económicas, sanitarias y ambientales actúan en sinergia. Por lo mismo, los periodistas latinoamericanos de esta iniciativa relataron cómo el cambio climático está facilitando la propagación del dengue en el centro de Argentina y la revolución solar que está beneficiando a los habitantes de una favela de Brasil, mientras otras comunidades de este último país se ven forzadas a migrar por los efectos de esta crisis climática.

Pero, ¿qué tienen en común estas historias con las petroleras que manchan el mar del Perú y los parques eólicos que se instalan en zonas indígenas de México?

Foto: Malú Ramahí

Un proceso urgente para adaptarnos y mitigar los efectos del cambio climático es la transición energética. Pese a ello, ha sido poco (o mal) comunicada, según constatamos en nuestro análisis de la cobertura periodística en seis países de América Latina. Esta transformación no se trata solo de millonarias inversiones ni de un mero recambio tecnológico, sino también de avances en la democracia y justicia ambiental.

Para avanzar en soluciones, iniciamos un ciclo inédito de nuestro Programa de Mentorías en Periodismo Climático, esta vez exclusivo para América Latina y el Caribe, donde hemos congregado a destacadas/os periodistas provenientes de Argentina, México, Colombia, Perú y Chile, con ansias de producir historias climáticas sin perder de foco la justicia socioambiental.

En vez de limitarnos al enfoque económico, tan típico en muchos medios de la región, asumimos la misión de recoger historias con otro foco, así como testimonios de comunidades locales que no siempre acceden a los medios de comunicación.

Así fuimos desmenuzando varias perspectivas, como las paradojas de la minería del litio en Argentina y cómo su avance ha sido resistido por distintas comunidades, incluyendo por ejemplo a las jóvenes indígenas de la Unión de los Pueblos de la Nación Diaguita, quienes aseguran que “son las mineras o nosotros”.

Jóvenes indígenas en defensa del territorio
Foto: Marianela Gamboa

Otro caso importante nos transporta a La Guajira, en Colombia, que por largo tiempo ha sido el epicentro de proyectos mineros y petroleros, mientras las comunidades indígenas wayúu, ancestrales en esta tierra, no han recibido beneficios ni han sido escuchadas. El problema está en que algunas empresas de energías renovables – como las eólicas que buscan instalarse en la zona – estarían repitiendo las mismas dinámicas que la industria fósil.

De hecho, algo parecido ocurre con los parques eólicos de gran escala en México, que han afectado a localidades campesinas en Puebla, sin olvidar, por otro lado, a comunidades indígenas que viven a cinco minutos de pozos petroleros en Papantla, y que se han organizado para hacerle frente a los combustibles fósiles.

En respuesta a éste y otros problemas, se impulsan varias iniciativas locales en la región, como un pueblo indígena en México que promueve la soberanía y transición energética justa a través de la energía solar; los campesinos que aprovechan la biomasa para cubrir sus necesidades diarias; y los ecobarrios en Colombia que buscan transformar la ciudad y adaptarse al cambio climático, a partir de una incipiente transición energética a escala vecinal.

Foto: Álvaro Avendaño

Pero esto no termina allí.

Aunque existe abundante evidencia sobre los impactos de los combustibles fósiles, aun hay aristas desconocidas o sub-reportadas. Por ejemplo, los satélites han revelado enormes fugas de metano desde empresas en México exponiendo de paso las brechas de reportes oficiales del gobierno. Más al sur, la “ciudad de las 12 hidroeléctricas” muestra las incongruencias del sistema energético en Chile, mientras las denominadas “zonas de sacrificio”, en el mismo país, siguen demandando justicia y un plan ambicioso de descarbonización ante décadas de contaminación por un cordón industrial.

La industria fósil también ha hecho de las suyas en Perú, sobre todo por los frecuentes derrames de crudo que impactan a la naturaleza y comunidades de pescadores, dejando en evidencia el abandono e inacción del Estado.

Otro tema que merece mayor cobertura es la pobreza energética, que se asocia no solo con la falta de servicios básicos, sino también con problemas en la salud, riesgo de incendios y una merma en la calidad de vida. Eso es lo que ocurre en grandes urbes, como la Ciudad de México, que podría encontrar en el sol una solución.

Fugas de metano en México captadas por satélites. Foto: Kayrros

Por otro lado, varios periodistas de la región han publicado con nosotros para visibilizar otros temas y discusiones, ya sea a través de colaboraciones e iniciativas como el taller de periodismo argumentativo.

De esa forma hemos hablado sobre las polémicas en torno al hidrógeno verde en Chile; las comunidades indígenas y quilombolas de Brasil que se ven afectadas por hidroeléctricas y por el racismo ambiental; y los sindicatos argentinos que abordan el impacto del cambio climático en las y los trabajadores.

De todos modos, como el periodismo climático no es fácil, otros colegas han armado artículos explicativos para acercar conceptos claves sobre cambio climático, incluyendo la carbono neutralidad, el Antropoceno y el financiamiento climático.

Desde mediados de julio hasta la fecha, los trabajos de nuestros becarios y colaboradores han tenido gran acogida, siendo republicados más de 120 veces en más de una treintena de medios distintos de países como Argentina, Chile, México, Colombia, Brasil, Bolivia, entre otros.

Revisa la cobertura completa en:

Las personas que luchan por un mundo mejor

Tanta noticia negativa abruma hasta a los más insensibles, pero, ¿has escuchado sobre las personas que impulsan las guarderías de corales, el rescate de guacamayos azules, la técnica “muvuca” para salvar bosques y las mujeres que lideran brigadas para combatir incendios?

Estas son algunas de las inspiradoras historias que nos relatan los becarios de Brasil que forman parte del programa de Periodismo de Soluciones de Climate Tracker en colaboración con One Earth.

Aunque muchos han perdido las esperanzas, lo cierto es que aún estamos a tiempo de realizar cambios positivos, tanto para las personas como para la naturaleza.

Foto: Instituto Arara Azul

Revisa la cobertura completa en:

América Latina, más unida en la COP27

En general, América Latina sigue promoviendo los combustibles fósiles, aunque algunos países avanzan mejor que otros. Se suma el inicio de nuevos gobiernos que han prometido mayor ambición climática en la región. Eso es parte del Especial #COP27Latam, lanzado en octubre, donde destacadas/os periodistas detallaron cómo estaban los compromisos climáticos en sus respectivos países de cara a la COP27. Nos referimos a México, Colombia, Argentina, Chile, Brasil y República Dominicana.

De partida, México no solo destaca como uno de los países más contaminantes de la región, sino que sigue incentivando la industria fósil y sus NDC fueron suspendidas por un tribunal al ser poco ambiciosas. También hay promesas incumplidas, presiones de grupos de poder y nuevos pedidos de financiamiento en Argentina, mientras República Dominicana ha avanzado en la implementación de medidas de mitigación y adaptación, aunque necesita más fondos.

Por otro lado, las elecciones han cambiado el panorama político de la región. Gabriel Boric asumió en marzo como presidente de Chile, instaurando lo que llamó un “gobierno ecológico”. Sin embargo, el escenario ha cambiado por varios factores, como el plebiscito que rechazó la nueva Constitución que prometía avances en esa materia. De todos modos, la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, señaló en entrevista con Climate Tracker que el resultado del plebiscito “no afecta en nada”, reconociendo que la propuesta de nueva Constitución era muy vanguardista, pero que se seguirá avanzando a través de políticas públicas.

Otro caso de gran interés es el nuevo gobierno de Gustavo Petro, quien ha prometido una serie de compromisos climáticos para Colombia, como un desincentivo a los combustibles fósiles, una alianza regional para combatir la deforestación de la Amazonía, entre otros. Y se sumará en enero de 2023 el tercer mandato de Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha aludido a una mayor acción y justicia climática, luego de vencer a Jair Bolsonaro en las urnas.

Lula junto a representantes de la sociedad civil brasileña en la COP27. Foto: Ricardo Stuckert

De hecho, cuando comenzó la COP27 en noviembre, Lula viajó a la cumbre climática, desatando un verdadero “Lulapalooza”, como bien presenciaron nuestros becarios de América Latina que reportearon la conferencia.

Esto ya que, como es tradición, reunimos a un selecto equipo de 6 periodistas de América Latina que cubrió la COP27 de forma presencial y virtual, luego de recibir casi 2.000 postulaciones de todo el mundo. Para prepararse, asistieron a varias sesiones y fueron acompañadas/os en todo momento por los equipos de Climate Tracker.

Como resultado, el equipo latinoamericano contó todos los pormenores de la cumbre para sus respectivos medios – en Brasil, Paraguay, México, Chile, Ecuador y Costa Rica – a través de 34 trabajos, que incluyeron artículos, reportajes y videos de TikTok.

De esa forma, nos explicaron con canciones de Taylor Swift qué se jugaba en la COP27, los distintos bloques conformados por los países de la región, por qué el debate de las pérdidas y daños es tan importantes para América Latina, el feroz lobby petrolero y cómo las y los líderes indígenas buscaban respuestas para el financiamiento climático.

Pese a la extenuante y desafiante cobertura, las y los periodistas colaboraron activamente y lograron su objetivo: comunicar las negociaciones en distintos formatos y con un sólido foco latinoamericano. Así abordaron las oportunidades y desafíos de sus países y la región, dando espacio a la sociedad civil que fue fundamental en esta conferencia.  

De esa forma se cierra el telón de 2022, dejándonos muchísimas historias relevantes e inspiradoras que solo fueron posibles gracias al compromiso y la colaboración de las personas que dan vida al periodismo climático en América Latina. 

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